viernes, 7 de diciembre de 2012

Ciudad de Buenos Aires: fuerte diluvio, otra vez inundaciones, colapso del transporte y cortes de luz


Cayeron 145 milímetros, mucho más que el promedio de todo diciembre. Desbordó el arroyo Vega y afectó nuevamente a Belgrano. La vuelta fue una pesadilla por falta de subtes y autopistas paradas.

por Silvia Gomez

Calles anegadas, avenidas colapsadas, semáforos descompuestos, comercios inundados, trenes y subtes fuera de servicio y autopistas intransitables. Otra vez un diluvio colapsó la Ciudad y provocó el caos. Lo mismo ocurrió en localidades del sur y el norte del GBA. Las lluvias arrancaron en la madrugada, pero en la tarde se intensificaron y el Servicio Meteorológico Nacional informó que en 17 horas llovió mucho más el promedio de todo diciembre, que es 110 milímetros.

En Colegiales, por ejemplo, cayeron 157 mm., en Palermo 150, en Recoleta 123, en Boedo 111 y en Villa Ortúzar 110 milímetros.

El momento más violento se dio entre las 16.30 y las 18. Por momentos la visibilidad fue mínima, y en pocos minutos la Ciudad dio muestras de que el día iba a terminar tan complicado como había comenzado, con la alarma por la nube de humo tóxico que invadió a Buenos Aires.

Palermo fue uno de los barrios más afectados. La Avenida Del Libertador, en toda su traza, se convirtió en una trampa para los conductores que empezaban a regresar a sus casas. Muchos autos quedaron varados, especialmente en los cruces de 9 de Julio, Callao, Tagle, Guayrá y Ramallo (a la altura de la ex ESMA), en donde hubo más de un metro de agua.

Pero, como sucede siempre que llueve intensamente, la esquina de avenida Cabildo y Blanco Encalada (en Belgrano) fue el epicentro. Los comerciantes tuvieron que resignarse a sacar el agua de sus locales. Una imagen casi calcada a la que se pudo ver a fines de octubre. Aquí el problema fue que las aguas no alcanzaron a escurrir porque el arroyo Vega colapsó. Por eso los comerciantes y vecinos volvieron a reclamar obras. Otro inconveniente fue que se inundaron los túneles de Pedraza, Carranza, Libertador y Monroe porque las bombas no alcanzaron a sacar el agua.

Frente a las cámaras, con los pantalones arremangados y los pies en el agua, Mauricio Macri recorrió las zonas inundadas. Y el Ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, ayudó a empujar una camioneta varada.

Las autopistas y los accesos a la Ciudad también sufrieron el diluvio. La Buenos Aires-La Plata, la Panamericana, el Acceso Oeste y las porteñas, por momentos estuvieron con el tránsito detenido. Incluso la Illia, mano al Norte, fue cerrada varias horas.

Para complicar el panorama en las calles y demorar el regreso de la gente a sus casas, hubo demoras y cancelaciones en el servicio de subtes. Las líneas A, C, D y H estuvieron más de tres horas sin funcionar, igual que el Premetro. Según informó Metrovías, la situación comenzó a normalizarse a partir de las 20. Lo mismo sucedió con los trenes del Mitre. “Para llegar de Retiro a Constitución tardé una hora. Después logré treparme a un colectivo, por la puerta trasera. Y cuando llegué al Puente Pueyrredón me bajé y crucé caminando. Llegué a casa empapada, después de viajar casi tres horas”, contó Marisa, una vecina de Lanus Este.

En provincia, si bien no se informó que haya habido evacuados, hubo muchas complicaciones en Quilmes, Avellaneda, Burzaco, San Isidro, Del Viso, Ituzaingó, El Palomar y Munro, entre otros.

Edenor y Edesur aseguraron al diario Clarín que muchos cortes de luz fueron preventivos, debido a la caída de ramas u otros problemas. La Ciudad confirmó que solicitó algunos cortes para evitar accidentes. Lo cierto es que ayer por la noche había vecinos que seguían sin luz en Parque Chas, Caballito, Palermo, Flores, Floresta y Barracas, entre otros barrios.

Según el Gobierno porteño, se movilizaron 200 personas y 50 unidades móviles de Defensa Civil, de Logística y de la Guardia de Auxilio. “Además se dispuso el corte de las avenidas más complicadas para evitar que los autos y los colectivos sigan transitando”, contó el subsecretario de Emergencias, Néstor Nicolás. Fue ante el pedido de los vecinos, después de las graves inundaciones en Cabildo de octubre.

Belgrano, el barrio donde ya es habitual ver autos navegando

Algunos flotaron hasta cuatro cuadras. Alertados, los comerciantes pudieron protegerse.

por Marcelo Belluci

Gente con agua hasta la cintura, autos convertidos en vehículos anfibios contra la voluntad y ante la impotencia de sus conductores; caras de desesperación y canoas en pleno Belgrano. La postal se repitió ayer, una vez más, y aunque el agua volvió a arrasar, la experiencia de otras veces y las advertencias del Gobierno porteño hicieron que los daños fueran menores que en diluvios anteriores.

“Cuando se largó a llover ya sabíamos que esto terminaría así. Pero como hubo un alerta del Gobierno de la Ciudad pusimos las compuertas y levantamos la ropa, así que no se nos mojó nada”, contó Melisa Núñez, dueña de un negocio sobre Cabildo, a metros de Blanco Encalada, la esquina más comprometida por la inundación.

“Por suerte, esta vez no dejaban pasar a los colectivos, que siempre hacen olas e inundan los comercios”, agregó José Díaz, dueño de un puesto de flores, y relató que sí andaban por el agua algunas camionetas 4X4 que complicaban la situación y hasta generaron algunas peleas con la gente que intentaba detenerlas.

“Estaba en el dentista en Blanco Encalada y Moldes. Como llovía mucho me quedé a esperar que parara. Y de repente, mientras miraba por la ventana, vi que mi auto pasaba flotando por la calle. Lo empecé a buscar y lo encontré a cuatro cuadras, en Cabildo y Blanco Encalada. Quedó inservible”, se lamentaba Raúl Lombardo mientras esperaba al remolque para trasladarlo.

A Victoria, dueña de un Renault Clio que en la tele se veía flotando, le avisaron por teléfono que la corriente se estaba llevando su auto. Apareció en Cabildo, entre Monroe y Blanco Encalada, y recién pudo encontrarlo cuando bajó el agua. “Estoy muy preocupada, no sé qué va a pasar, si me van a reconocer algo. Arreglar el auto me va a salir un montón de plata, espero que alguien se haga cargo”.

En Moldes y Cabildo, aunque ya llovía, todavía no había agua acumulada cuando Raúl Gonni bajó a comprar una gaseosa fría al supermercado. “Tardé 20 minutos, y cuando salí ya no podía avanzar. Encima, los del súper empezaron a poner las compuertas y quedé atrapado hasta que pude salir por una puerta del costado”, contó.

A la noche, cuando comenzaba a llover, muchos comerciantes dejaban sus locales con las compuertas puestas y la mercadería elevada sobre mostradores y mesas, para evitar que se mojara si volvía a inundarse. “No sé con qué me voy a encontrar mañana; espero que no llueva tanto”, se resignaba Miguel, que no quiso dar su apellido.

Cerca, Marcelo Alvarez llegaba a su casa tras varias horas de viaje. Había salido de su trabajo, en Escobar, a las 16.30. Sólo pudo hacer 10 kilómetros, hasta General Pacheco, donde el tránsito quedó interrumpido por completo y en donde tuvo que quedarse hasta pasadas las 18, cuando pudo reanudar la marcha a paso de hombre. “En Henry Ford, la calle lateral de la fábrica, había autos con agua hasta el techo. Es que por ahí pasa un arroyo que se desbordó. Por suerte yo pude parar en una estación de servicio y me quedé a esperar que bajara el agua”, describió el hombre antes de cubrirse de la lluvia bajó el toldo de un negocio en el que sus dueños ponían las compuertas.

Hubo cortes de luz preventivos y porque se inundaron cámaras

Anoche varios barrios seguían a oscuras y no andaban semáforos. Lo mismo, en el GBA.

Una vela encendida iluminando el espacio reducido de una panadería de San Telmo o el fondo a oscuras de un comercio de ropa en Belgrano o los semáforos apagados en varias esquinas del centro porteño. Las imágenes resumen la situación de falta de luz que se vivió ayer en diferentes barrios de la Ciudad y el Conurbano, provocada por las tormentas que no pararon de caer durante todo el día.

El corte del suministro eléctrico afectó a los vecinos de Chacarita, Colegiales, Villa Ortúzar, Caballito, Boedo, Flores, Floresta, Barracas, Almagro y Villa Crespo, entre otros lugares donde anoche el servicio aún seguía interrumpido.

Martín Ancarola, vocero de Edenor, atribuyó los cortes a la tormenta, pero evitó expresarse sobre cuándo volverá a restituirse la totalidad del suministro eléctrico. “Hay que tener paciencia. Por ahora, tenemos dos escenarios -expresó-. Por un lado, los cortes ocasionados por la lluvia y, por el otro, los cortes preventivos que la empresa decidió hacer ante un pedido de Defensa Civil”.

Ancarola agregó: “En Belgrano y Palermo hubo lugares con más de un metro y medio de agua: ahí, donde hay muchos comercios y gente en la calle, se nos pidió que cortemos para evitar accidentes. En otros barrios, en cambio, las cámaras no aguantaron y el agua provocó los cortes. Para poder reponer el servicio, primero vamos a tener que esperar que se sequen”.

En la zona sur de la Ciudad el panorama no varió demasiado. Los voceros de Edesur describieron una situación similar. “Hay cortes preventivos y cortes inesperados. Pero todos provocados por la tormenta”, explicaron las fuentes, y agregaron: “No sabemos el número de usuarios afectados. Pero sí podemos confirmar que nuestras instalaciones no están preparadas para soportar la cantidad de agua que se acumuló en algunas zonas. En ese sentido, para nosotros hay una deficiencia de la estructura urbana”.

El diluvio agudizó un escenario que, en rigor, se había desatado el miércoles, con un pico de consumo por la ola de calor y cortes de luz sobre todo en la zona sur de Capital. “La lluvia complicó la situación, porque si había gente esperando la reposición del servicio, todo se demoró un poco más. Ocurre que con tanta agua las cuadrillas de calle tampoco pueden trabajar”, señalaron las fuentes de Edesur.

La caída de agua también obligó a interrumpir el servicio ferroviario de la línea Mitre y los usuarios del Sarmiento padecieron demoras. Por el mismo motivo, hubo complicaciones en la red de subtes con servicios reducidos y estaciones cerradas. La línea D, por ejemplo, debió dejar de parar en Scalabrini Ortiz. Otro problema fueron los semáforos: anoche, en la avenida Santa Fe, la gran mayoría estaba fuera de servicio. Algo similar sucedía en tramos de las avenidas Córdoba e Independencia.

Los cortes de luz se extendieron más allá de la Ciudad, en un conurbano también muy jaqueado por el diluvio. Los vecinos de algunas localidades de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Avellaneda, Vicente López también protestaron en las redes sociales por la falta de suministro eléctrico.

Fuente:
Silvia Gomez, Fuerte diluvio: Otra vez inundaciones, colapso del transporte y cortes de luz, 07/12/12, Clarín. Consultado 07/12/12.
Marcelo Belluci, Belgrano, el barrio donde ya es habitual ver autos navegando, 07/12/12, Clarín. Consultado 07/12/12.
Hubo cortes de luz preventivos y porque se inundaron cámaras, 07/12/12, Clarín. Consultado 07/12/12.

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