Cayeron 145 milímetros , mucho más que el promedio de
todo diciembre. Desbordó el arroyo Vega y afectó nuevamente a Belgrano. La
vuelta fue una pesadilla por falta de subtes y autopistas paradas.
por Silvia Gomez
Calles anegadas, avenidas colapsadas, semáforos descompuestos,
comercios inundados, trenes y subtes fuera de servicio y autopistas
intransitables. Otra vez un diluvio colapsó la Ciudad y provocó el caos.
Lo mismo ocurrió en localidades del sur y el norte del GBA. Las lluvias
arrancaron en la madrugada, pero en la tarde se intensificaron y el Servicio
Meteorológico Nacional informó que en 17 horas llovió mucho más el promedio de
todo diciembre, que es 110
milímetros .
En Colegiales, por ejemplo, cayeron 157 mm ., en Palermo 150, en
Recoleta 123, en Boedo 111 y en Villa Ortúzar 110 milímetros .
El momento más violento se dio entre las 16.30 y las 18. Por
momentos la visibilidad fue mínima, y en pocos minutos la Ciudad dio muestras de que
el día iba a terminar tan complicado como había comenzado, con la alarma por la
nube de humo tóxico que invadió a Buenos Aires.
Palermo fue uno de los barrios más afectados. La Avenida Del
Libertador, en toda su traza, se convirtió en una trampa para los conductores
que empezaban a regresar a sus casas. Muchos autos quedaron varados,
especialmente en los cruces de 9 de Julio, Callao, Tagle, Guayrá y Ramallo (a
la altura de la ex ESMA), en donde hubo más de un metro de agua.
Pero, como sucede siempre que llueve intensamente, la
esquina de avenida Cabildo y Blanco Encalada (en Belgrano) fue el epicentro.
Los comerciantes tuvieron que resignarse a sacar el agua de sus locales. Una
imagen casi calcada a la que se pudo ver a fines de octubre. Aquí el problema
fue que las aguas no alcanzaron a escurrir porque el arroyo Vega colapsó. Por
eso los comerciantes y vecinos volvieron a reclamar obras. Otro inconveniente
fue que se inundaron los túneles de Pedraza, Carranza, Libertador y Monroe
porque las bombas no alcanzaron a sacar el agua.
Frente a las cámaras, con los pantalones arremangados y los
pies en el agua, Mauricio Macri recorrió las zonas inundadas. Y el Ministro de
Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, ayudó a empujar una camioneta
varada.
Las autopistas y los accesos a la Ciudad también sufrieron el
diluvio. La Buenos
Aires-La Plata, la Panamericana , el Acceso Oeste y las porteñas, por
momentos estuvieron con el tránsito detenido. Incluso la Illia , mano al Norte, fue cerrada
varias horas.
Para complicar el panorama en las calles y demorar el
regreso de la gente a sus casas, hubo demoras y cancelaciones en el servicio de
subtes. Las líneas A, C, D y H estuvieron más de tres horas sin funcionar,
igual que el Premetro. Según informó Metrovías, la situación comenzó a
normalizarse a partir de las 20. Lo mismo sucedió con los trenes del Mitre.
“Para llegar de Retiro a Constitución tardé una hora. Después logré treparme a
un colectivo, por la puerta trasera. Y cuando llegué al Puente Pueyrredón me
bajé y crucé caminando. Llegué a casa empapada, después de viajar casi tres
horas”, contó Marisa, una vecina de Lanus Este.
En provincia, si bien no se informó que haya habido
evacuados, hubo muchas complicaciones en Quilmes, Avellaneda, Burzaco, San
Isidro, Del Viso, Ituzaingó, El Palomar y Munro, entre otros.
Edenor y Edesur aseguraron al diario Clarín que muchos cortes
de luz fueron preventivos, debido a la caída de ramas u otros problemas. La Ciudad confirmó que
solicitó algunos cortes para evitar accidentes. Lo cierto es que ayer por la
noche había vecinos que seguían sin luz en Parque Chas, Caballito, Palermo,
Flores, Floresta y Barracas, entre otros barrios.
Según el Gobierno porteño, se movilizaron 200 personas y 50
unidades móviles de Defensa Civil, de Logística y de la Guardia de Auxilio.
“Además se dispuso el corte de las avenidas más complicadas para evitar que los
autos y los colectivos sigan transitando”, contó el subsecretario de
Emergencias, Néstor Nicolás. Fue ante el pedido de los vecinos, después de las
graves inundaciones en Cabildo de octubre.
Belgrano, el barrio donde ya es habitual ver autos navegando
Algunos flotaron hasta cuatro cuadras. Alertados, los
comerciantes pudieron protegerse.
por Marcelo Belluci
Gente con agua hasta la cintura, autos convertidos en
vehículos anfibios contra la voluntad y ante la impotencia de sus conductores;
caras de desesperación y canoas en pleno Belgrano. La postal se repitió ayer,
una vez más, y aunque el agua volvió a arrasar, la experiencia de otras veces
y las advertencias del Gobierno porteño hicieron que los daños fueran menores
que en diluvios anteriores.
“Cuando se largó a llover ya sabíamos que esto terminaría
así. Pero como hubo un alerta del Gobierno de la Ciudad pusimos las
compuertas y levantamos la ropa, así que no se nos mojó nada”, contó Melisa
Núñez, dueña de un negocio sobre Cabildo, a metros de Blanco Encalada, la
esquina más comprometida por la inundación.
“Por suerte, esta vez no dejaban pasar a los colectivos, que
siempre hacen olas e inundan los comercios”, agregó José Díaz, dueño de un
puesto de flores, y relató que sí andaban por el agua algunas camionetas 4X4
que complicaban la situación y hasta generaron algunas peleas con la gente que
intentaba detenerlas.
“Estaba en el dentista en Blanco Encalada y Moldes. Como
llovía mucho me quedé a esperar que parara. Y de repente, mientras miraba por
la ventana, vi que mi auto pasaba flotando por la calle. Lo empecé a buscar y
lo encontré a cuatro cuadras, en Cabildo y Blanco Encalada. Quedó inservible”,
se lamentaba Raúl Lombardo mientras esperaba al remolque para trasladarlo.
A Victoria, dueña de un Renault Clio que en la tele se veía
flotando, le avisaron por teléfono que la corriente se estaba llevando su auto.
Apareció en Cabildo, entre Monroe y Blanco Encalada, y recién pudo encontrarlo
cuando bajó el agua. “Estoy muy preocupada, no sé qué va a pasar, si me van a
reconocer algo. Arreglar el auto me va a salir un montón de plata, espero que
alguien se haga cargo”.
En Moldes y Cabildo, aunque ya llovía, todavía no había agua
acumulada cuando Raúl Gonni bajó a comprar una gaseosa fría al supermercado.
“Tardé 20 minutos, y cuando salí ya no podía avanzar. Encima, los del súper
empezaron a poner las compuertas y quedé atrapado hasta que pude salir por una
puerta del costado”, contó.
A la noche, cuando comenzaba a llover, muchos comerciantes
dejaban sus locales con las compuertas puestas y la mercadería elevada sobre
mostradores y mesas, para evitar que se mojara si volvía a inundarse. “No sé
con qué me voy a encontrar mañana; espero que no llueva tanto”, se resignaba
Miguel, que no quiso dar su apellido.
Cerca, Marcelo Alvarez llegaba a su casa tras varias horas
de viaje. Había salido de su trabajo, en Escobar, a las 16.30. Sólo pudo hacer 10 kilómetros , hasta
General Pacheco, donde el tránsito quedó interrumpido por completo y en donde
tuvo que quedarse hasta pasadas las 18, cuando pudo reanudar la marcha a paso
de hombre. “En Henry Ford, la calle lateral de la fábrica, había autos con agua
hasta el techo. Es que por ahí pasa un arroyo que se desbordó. Por suerte yo
pude parar en una estación de servicio y me quedé a esperar que bajara el
agua”, describió el hombre antes de cubrirse de la lluvia bajó el toldo de un
negocio en el que sus dueños ponían las compuertas.
Hubo cortes de luz preventivos y porque se inundaron cámaras
Anoche varios barrios seguían a oscuras y no andaban
semáforos. Lo mismo, en el GBA.
Una vela encendida iluminando el espacio reducido de una
panadería de San Telmo o el fondo a oscuras de un comercio de ropa en Belgrano
o los semáforos apagados en varias esquinas del centro porteño. Las imágenes
resumen la situación de falta de luz que se vivió ayer en diferentes barrios de
la Ciudad y el
Conurbano, provocada por las tormentas que no pararon de caer durante todo el
día.
El corte del suministro eléctrico afectó a los vecinos de
Chacarita, Colegiales, Villa Ortúzar, Caballito, Boedo, Flores, Floresta,
Barracas, Almagro y Villa Crespo, entre otros lugares donde anoche el servicio
aún seguía interrumpido.
Martín Ancarola, vocero de Edenor, atribuyó los cortes a la
tormenta, pero evitó expresarse sobre cuándo volverá a restituirse la totalidad
del suministro eléctrico. “Hay que tener paciencia. Por ahora, tenemos dos
escenarios -expresó-. Por un lado, los cortes ocasionados por la lluvia y, por
el otro, los cortes preventivos que la empresa decidió hacer ante un pedido de
Defensa Civil”.
Ancarola agregó: “En Belgrano y Palermo hubo lugares con más
de un metro y medio de agua: ahí, donde hay muchos comercios y gente en la
calle, se nos pidió que cortemos para evitar accidentes. En otros barrios, en
cambio, las cámaras no aguantaron y el agua provocó los cortes. Para poder
reponer el servicio, primero vamos a tener que esperar que se sequen”.
En la zona sur de la Ciudad el panorama no varió demasiado. Los
voceros de Edesur describieron una situación similar. “Hay cortes preventivos y
cortes inesperados. Pero todos provocados por la tormenta”, explicaron las
fuentes, y agregaron: “No sabemos el número de usuarios afectados. Pero sí
podemos confirmar que nuestras instalaciones no están preparadas para soportar
la cantidad de agua que se acumuló en algunas zonas. En ese sentido, para
nosotros hay una deficiencia de la estructura urbana”.
El diluvio agudizó un escenario que, en rigor, se había
desatado el miércoles, con un pico de consumo por la ola de calor y cortes de
luz sobre todo en la zona sur de Capital. “La lluvia complicó la situación,
porque si había gente esperando la reposición del servicio, todo se demoró un
poco más. Ocurre que con tanta agua las cuadrillas de calle tampoco pueden
trabajar”, señalaron las fuentes de Edesur.
La caída de agua también obligó a interrumpir el servicio
ferroviario de la línea Mitre y los usuarios del Sarmiento padecieron demoras.
Por el mismo motivo, hubo complicaciones en la red de subtes con servicios
reducidos y estaciones cerradas. La línea D, por ejemplo, debió dejar de parar
en Scalabrini Ortiz. Otro problema fueron los semáforos: anoche, en la avenida
Santa Fe, la gran mayoría estaba fuera de servicio. Algo similar sucedía en
tramos de las avenidas Córdoba e Independencia.
Los cortes de luz se extendieron más allá de la Ciudad , en un conurbano
también muy jaqueado por el diluvio. Los vecinos de algunas localidades de
Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Avellaneda, Vicente López también
protestaron en las redes sociales por la falta de suministro eléctrico.
Fuente:
Silvia Gomez, Fuerte diluvio: Otra vez inundaciones, colapso del transporte y cortes de luz, 07/12/12, Clarín. Consultado 07/12/12.
Marcelo Belluci, Belgrano, el barrio donde ya es habitual ver autos navegando, 07/12/12, Clarín. Consultado 07/12/12.
Hubo cortes de luz preventivos y porque se inundaron cámaras, 07/12/12, Clarín. Consultado 07/12/12.
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