viernes, 15 de agosto de 2014

Los sacrificios por el Canal de Panamá


El Canal de Panamá es una de las mayores obras de ingeniería del mundo, pero también el escenario del esfuerzo de innumerables obreros que participaron en la gesta que terminó con la inauguración de la vía interoceánica el 15 de agosto de 1914, hace 100 años.

La mayoría de ellos eran trabajadores negros que vinieron de las islas del Caribe como Barbados y Martinica. Cavaron zanjas en pantanos y sobrevivieron a las enfermedades, a los accidentes y al régimen discriminatorio. Sus herederos evocan uno de los mayores sacrificios en la historia de América.

El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Luis Quijano, aseguró que en la empresa canalera panameña "se honra todos los días a esos trabajadores", muchos de los cuales murieron construyendo la vía, que ahora vuelve a estar inmersa en gigantescas obras, esta vez de ampliación.

Cada 15 de agosto se realiza una fiesta para recordar a los constructores de esta colosal obra de ingeniería que unió el océano Pacífico con el mar Caribe y aceleró el comercio marítimo. Este año, en el centenario, grupos descendientes de aquellos zapadores negros han sido invitados a recorrer en barcos la vía acuática, administrada por Panamá desde 1999, cuando Estados Unidos se la entregó al gobierno latinoamericano.

Al respecto, el sociólogo y cineasta Gerardo Maloney comentó que sin los negros antillanos no habría sido posible concluir en 1914 el Canal de Panamá, tras el colapso del proyecto del canal francés. Más allá de los festejos, el centenario debería ser aprovechado para erigir monumentos en islas caribeñas de las que provino la mano de obra mayoritaria, como un tributo póstumo, subrayó.

Maloney, cuyo abuelo participó en huelgas en la década de 1920, afirmó que el movimiento negro contribuyó a desmantelar el racista régimen de "Gold Roll" (patrón oro) para blancos y de "Silver Roll" (patrón plata) para negros impuesto por Estados Unidos en la antigua Zona del Canal. Estas categorías distinguían entre quienes cobraban en dólares respaldados por una determinada cantidad de oro y quienes cobraban en moneda local, garantizada en plata.

Según recordó, de los 45.107 obreros empleados de 1904 a 1912 en el Canal de Panamá, el 44,1 % llegó de Barbados, el 12,3 % de Martinica, el 4,6 % de Guadalupe y el 3,7 % de Trinidad. Y eran ellos quienes efectuaban los trabajos más duros.

La historiadora Agatha Williams comentó que el 80 % de los obreros eran negros desarraigados del Caribe, que trabajaron junto a europeos, latinoamericanos y asiáticos. "Los dinamiteros, los excavadores, los que saneaban áreas del Canal y los que regaban insecticidas eran trabajadores antillanos", recordó.

De acuerdo con Williams, los zapadores "eran hombres que, con su esfuerzo, riesgo y un mínimo de salario, contribuyeron a la gesta portentosa del Canal de Panamá, considerada una maravilla de ingeniería", con un enorme valor estratégico y comercial.

"Falta un reconocimiento verdadero" a esos constructores de la obra, por la que han transitado más de un millón de naves, añadió la historiadora. Y subrayó que 100 años después, la población negra en Panamá es aún marginada y debería percibir mayores beneficios.

El subadministrador de la Administración del Canal (ACP) Manuel Benítez, un mulato especialista en ingeniería eléctrica, dijo que en el Canal "laboran muchos afrodescendientes que han logrado escalar a posiciones importantes, incluidos gerentes ejecutivos".

Al igual que sus antepasados, "estos afrodescendientes contribuyen a que esta gran empresa, la ACP, siga pujante y con un futuro promisorio", enfocado en la expansión, para recibir en 2016 a grandes buques de todas las banderas del mundo, destacó.

Fuente:
Los sacrificios por el Canal de Panamá, 14/08/14, National Geographic.
La obra de arte que ilustra esta entrada es un detalle de "Panama Canal", del dibujante italiano Severino Baraldi.

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