Se trata de Juan Roberto Castro, una de las víctimas fatales del temporal. Era tornero y tenía un taller rectificador de motores de moto. Había llegado hace un año de Salta.
por Juan Pablo Martínez
Una vivienda permanece desmoronada a la vera de la ruta E 57. Muchas personas se juntan frente a la casa a la que no pueden acceder porque quedan sólo ruinas. Se abrazan, lloran. El dolor es fuerte. Son los familiares de Juan Roberto Castro (43), una de las víctimas fatales del trágico temporal que el domingo se abalanzó sobre las sierras chicas.
Hacía un año que Juan vivía en Río Ceballos. Había llegado desde Salta con la idea de poder tener un mejor trabajo para mantener a su familia, y lo había conseguido: en la localidad puso un taller rectificador de motores de motocicletas y le estaba yendo bien.
“Todo nuestro sustento era Juan. Él es tornero, tiene un montón de máquinas, arreglaba motos. Yo me volví a Salta porque acá no conseguía nada. Con su trabajo manteníamos a nuestros hijos, uno de ellos es discapacitado. Llegamos ayer, después que nos enteramos de todo”, cuenta conmocionada Lorena Vargas, la mujer de Juan y madre de tres hijos de 13, 15 y 18 años.
Cleofe Delgado, la madre de Castro, mira el estado en el que quedó la vivienda y se quiebra. “Es el segundo hijo que pierdo”, dice, se limpia las lágrimas y un recuerdo le dibuja una leve sonrisa por unos segundos: “Yo lo vine a visitar para su cumpleaños, se puso tan contento de verme. Es que llegué de sorpresa. No puedo creer lo que pasó”.
Aparentemente, cuando el arroyo de Río Ceballos creció descontrolado, Juan se subió al techo de su taller, el agua socavó los cimientos y la vivienda se vino abajo.
Ayuda. Entre el dolor, la familia pide que les den una mano. Aseguran que dentro de los escombros de la vivienda hay máquinas muy costosas que representan la vida de trabajo de Juan, por eso pide que la Policía y la Municipalidad de Río Ceballos pongan una custodia en la vivienda para que no se roben las herramientas.
“Ya se han llevado varias cosas, pedimos por favor que custodien este lugar para reguardar lo que queda”, solicita Cleofe.
La familia necesita volver a Salta, y empezar a dejar atrás a Río Ceballos, pero deben trasladar todo lo que a lo largo de un año pudo conseguir Juan y por eso piden ayuda, manos, para poder concretar la mudanza.
La impotencia de ver cómo el arroyo se llevaba una camioneta y su familia dentro
Spicogna: "La imagen de Río Ceballos es la de una guerra"Fuente:
Juan Pablo Martínez, Llegó a Río Ceballos buscando trabajo y se lo llevó la creciente, 17/02/15, Día a Día Córdoba. Consultado 17/02/15.
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