viernes, 20 de noviembre de 2015

El Niño volvió a sacudir el interior con otra tormenta que afectó pueblos y campos

Árboles caídos en Hernando. Foto: FM Integración

El fenómeno del Niño dejó días muy complicados, con mucho viento, lluvia y piedra en varios pueblos.

Una semana complicada transita Córdoba en cuanto a fenómenos climáticos: granizo, piedra, y vientos intensos fueron repartiendo sus efectos por distintas regiones de la provincia.

Luego de la jornada del miércoles con intensas pedreas en áreas del sur y este provincial, y del viento huracanado que castigó severamente a la localidad de Tránsito, ayer se repitieron problemas por tormentas severas.

Primero fue en el valle de Calamuchita donde una lluvia intensa llegó acompañada de piedras de considerable tamaño que provocaron daños en vidrios, aberturas y vehículos en varias localidades. Luego, durante la mañana, fue el viento el que provocó complicaciones y destrozos en buena parte del territorio provincial.

Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, su red de casi 100 estaciones meteorológicas midió las ráfagas más intensas en Las Junturas y Luque (en el departamento Río Segundo), con picos de 123 y 114 kilómetros por hora. Luego, se ubican los 112 kilómetros registrados en San Vicente (Traslasierra). Salvo en el norte cordobés, en el resto del mapa hubo vientos de entre 40 y 80 kilómetros de promedio.

Hubo daños por caída de árboles, postes y carteles en ciudades como Río Cuarto, Villa María, Villa Nueva, Río Tercero, Almafuerte, Hernando, Oncativo, Pilar, Río Segundo, Luque, Laguna Larga, Villa del Rosario, entre otras del sur y centro de la provincia. Similares impactos se generaron en zonas serranas de Calamuchita y en el valle de Traslasierra.

En varias ciudades hubo cortes de energía durante largas horas, por caída de postes y cables del servicio. El impacto se percibió también en el rubro agropecuario. Hubo daños en algunas áreas cultivadas, roturas de silos bolsa, entre otros.

Tornados: Córdoba, en zona roja de estos eventos extremos

Ocupa el centro de la segunda región con más trombas terrestres después de Estados Unidos. Sólo se detectan con un radar meteorológico.

Granizo, poderosos rayos, lluvias torrenciales, vientos huracanados y también tornados, como los de las películas de Hollywood.

Córdoba está en el centro de una región donde ocurren las tormentas eléctricas más intensas del planeta. Y varios expertos coinciden en que es la segunda zona con más tornados, detrás de Estados Unidos.

El último se registró el miércoles pasado en la zona rural de Sampacho, en el sudoeste de la provincia. Un video del fenómenos circuló por todos los medios y redes sociales.

La meteoróloga Luisa Altinger es pionera en el estudio de los tornados en Argentina. Sus registros datan desde 1971. Según su base de datos se han detectado tornados en todo el país, excepto la Patagonia.

El 90 por ciento ocurre en la región ubicada al este del meridiano 65 Oeste, la línea imaginaria que separa Traslasierra del resto de la provincia, y al norte de paralelo 35 Sur, la línea que marca la frontera entre Córdoba y La Pampa.

Es decir, nuestra provincia está en el centro de lo que se conoce como el “Pasillo de los Tornados”, que se extiende hasta la costa bonaerense y ocupa Uruguay, parte de Paraguay y el sur de Brasil.

La segunda región del mundo
“Hay una alta probabilidad de que el sur de Brasil y parte de Argentina sean la segunda región con tornados del planeta”, asegura Harold Brook, científico experto en tornados de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (Noaa, por sus siglas en inglés).

Y señala que los ingredientes para que se forme este fenómeno son los mismos que para una tormenta eléctrica: aire caliente y húmedo cerca del suelo; aire seco y frío en el ambiente y algo similar a un frente que eleve el aire cálido.

Brook explica que en Estados Unidos el aire cálido y húmedo llega desde el Golfo de México, mientras que el aire seco y frío llega desde las Rocallosas.

“No hay otro lugar en el planeta donde ocurra esta combinación. En América del Sur, los vientos del Amazonas son cálidos y húmedos, pero no tanto como una masa de aire del Golfo de México. Los Andes son 
más altos que las Rocallosas, pero más estrechos, por lo que el aire no tiene mucho tiempo para secarse. Como resultado, las condiciones no son tan favorables en América del Sur como en Estados Unidos, pero son mejor que en casi cualquier otro lugar en el mundo”, detalla.

El registro de Altinger fue creado a partir de información en los medios y de los testimonios de la gente. Históricamente, Argentina ha carecido de un sistema de información meteorológica que pueda registrar estos fenómenos y de gente que los estudie.

El meteorólogo Mauricio Saldivar explica que un buen sistema de radares permitiría detectar un tornado con una anticipación no mayor a los 20 minutos en condiciones ideales. En Córdoba el radar fue instalado recién este año y por el momento está en periodo de prueba.

Según los registros, la tromba terrestre más severa fuera de Estados Unidos ocurrió en San Justo, Santa Fe. Se registraron vientos de 400 kilómetros por hora, lo que otorga la categoría máxima: F5. Murieron 63 personas.

El creador de esa escala es Tetsuya Fujita, quien estudió el episodio y especuló con que esta región de América del Sur se ubicaba segunda en el mundo en cuanto a tornados.

En Córdoba todos recuerdan el tornado del 26 de diciembre de 2003. Fue de categoría F3 y azotó el sudoeste de la Capital. Murieron cinco personas.

Si se toman como registro sólo los eventos observados por personas y difundidos por los medios de comunicación, entre 2012 y 2014 se detectaron siete tornados en la provincia.

A la tromba detectada el miércoles en Sampacho se suma este año otra en enero en San Clemente. En su mayoría son F0 y F1, categorías más débiles.

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Los vientos se ensañaron con árboles muy debilitados

Las ráfagas que azotaron ayer la ciudad de Córdoba, además de afectar servicios, mostraron la vulnerabilidad del arbolado público frente a las agresiones meteorológicas.

por Héctor Brondo

El vendaval que azotó ayer la ciudad de Córdoba castigó con rudeza al ya maltrecho arbolado urbano, lo que provocó la caída de ejemplares y ramas. A su vez, en varios casos, el desplome causó cortes en el cableado eléctrico y telefónico.

El presidente de la Epec, Jorge González, precisó que salieron de servicio 39 distribuidores. La prestación se normalizó casi por completo en horas de la tarde, indicó la empresa.

Por fortuna, las fuertes ráfagas (que llegaron a 80 kilómetros por hora en algunos lugares) no ocasionaron daños físicos a personas. Tampoco motivaron evacuaciones preventivas o como consecuencia de destrozos a propiedades, según el responsable de Defensa Civil municipal, Hugo Garrido.

El fenómeno meteorológico puso al descubierto, una vez más, el desamparo en que se encuentran los árboles en la vía pública y espacios verdes, en términos generales.

A propósito, José Mauro Giordano, fundador y titular de la organización no gubernamental Córdoba Verde, calculó en 2014 que había unas 410 mil cazuelas vacías en las veredas de la Capital y cerca de 40 mil árboles muertos. Las plantas sanas ascendían a 571 mil, más o menos, y las dañadas, alrededor de 51 mil.

Lo hizo a partir de un relevamiento propio que le llevó poco más de dos años.

“No me sorprende los destrozos que causó el viento hoy (por ayer) en los árboles de la ciudad porque la situación de vulnerabilidad que difundimos el año pasado, no mejoró para nada, todo lo contrario”, dijo Giordano a La Voz del Interior.

El defensor del ambiente lamentó que la ordenanza 7000 (que regula la preservación y acrecentamiento del arbolado público) sea letra muerta, porque las previsiones que contempla no se cumplen por la aparente falta de recursos humanos y materiales.

Por caso, el instrumento legal obliga a los propietarios de inmuebles (baldíos o edificados) a plantar árboles en los espacios destinados a veredas y a la Dirección de Espacios Verdes (autoridad de aplicación de la norma), a determinar las condiciones del cumplimiento de esa responsabilidad y las excepciones contempladas.

Desamparo
Jorge Luis Gómez, delegado de la DEV, coincide con Giordano en la apreciación.

El gremialista aseguró que esa repartición “cuenta con sólo cuatro inspectores para controlar todo el arbolado de la ciudad y unos 20 operarios para realizar las tareas de remoción de árboles, poda, trozado, levantamiento y disposición final de las ramas”.

También cuestionó la falta de máquinas, herramientas e insumos necesarios para las labores específicas.

“Tenemos sólo un camión hidroelevador para las podas aéreas y hace dos meses que está parado otro, por falta de pago, en la empresa Hidrogrúa de Río Tercero, donde se lo mandó para equiparlo”, apuntó.

Este diario intentó, sin suerte, conseguir el testimonio de la Municipalidad sobre el supuesto déficit que señala el Suoem.

Miguel Martiarena, integrante de la Red Córdoba Nuestra e investigador de las universidades Nacional y Católica de Córdoba, considera necesario “realizar un relevamiento de cazuelas con el propósito de crear una base de datos sobre el arbolado urbano”, que sirva para diseñar políticas al respecto. “En la ciudad no hay variedad de árboles; prevalecen el lapacho y el jacarandá por lo que si llegara a producirse una plaga que las afecte, significaría un gran problema”, reflexionó.

Fuentes:
El Niño volvió a sacudir el interior con otra tormenta que afectó pueblos y campos, 20/11/15, La Voz del Interior. Consultado 20/11/15.
Tornados: Córdoba, en zona roja de estos eventos extremos, 20/11/15, La Voz del Interior. Consultado 20/11/15.
Héctor Brondo, Los vientos se ensañaron con árboles muy debilitados, 20/11/15, La Voz del Interior. Consultado 20/11/15.
El fuerte viento dejó árboles y postes caídos en Córdoba y en el interior, 20/11/15, La Voz del Interior. Consultado 20/11/15.

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