martes, 24 de mayo de 2016

Cementerios de neumáticos: un problema global


El incendio del vertedero de neumáticos más grande de España ha reactivado la preocupación por su reciclaje. DW habló con ecologistas y empresas procesadoras de América Latina.

por Jaime Campoamor

El 14 de mayo de 2016 los habitantes de Seseña se despertaron sobresaltados de madrugada por culpa de un incendio. Pasada la medianoche, el mayor vertedero de neumáticos de España -parcela de 12 hectáreas con casi 100.000 toneladas de neumáticos- comenzó a arder en esta localidad de la provincia de Toledo, situada a solo 40 kilómetros de Madrid. Según la Guardia Civil, el fuego tuvo que ser provocado ya que el suelo estaba mojado por las recientes lluvias y, según los investigadores, todo indica que hubo tres focos.

Aunque comenzó a funcionar en 2002, el vertedero de Seseña fue declarado ilegal en 2003 por no respetar las normas medioambientales. Además, la empresa encargada de su gestión, Disfilt S.A., y especializada en la fabricación de neumáticos, cámaras de caucho y reconstrucción y recauchutado de llantas, acumulaba numerosas expedientes administrativos. De ahí que, en enero de 2009, una sentencia judicial condenara al propietario por un delito contra el medio ambiente. A partir de 2011 no hubo nuevos vertidos y, pocos meses después, la empresa Gestión de Desechos y Ruedas Iberia relevó a Disfilt S.A. y obtuvo los permisos necesarios para la explotación del vertedero.

Lo que ocurrió en Seseña “se veía venir”. En eso coinciden los habitantes de esta ciudad dormitorio cercana a la capital de España. Varios miles de personas tuvieron que ser evacuadas.

Diez días después, el cementerio sigue ardiendo y continúan suspendidas las clases en todos los centros escolares de Seseña a causa de la columna de humo –visible a 50 kilómetros-, que por culpa de la situación meteorológica podría dirigirse hacia esa localidad. La organización Ecologistas en Acción asegura que distintos estudios basados en casos similares coinciden en que “residir” cerca de siniestros de este tipo “es nocivo para la salud” y recomienda “extremar al máximo” las medidas de protección. Utilizando como referencia un estudio sobre un incendio de neumáticos ocurrido en 2012 en el estado de Iowa (Estados Unidos), la organización ecologista asegura que "los riesgos calculados para exposiciones durante 24 horas, indicaban que hasta 3,1 kilómetros de distancia del fuego había afecciones a la salud en grupos de población sensibles (niñas y niños, personas mayores o con problemas respiratorios)".

Un problema global
Paco Segura, coordinador nacional de Ecologistas en Acción, dice a DW que “al igual que en el caso de España, en la Unión Europea la problemática del reciclaje de neumáticos se viene posponiendo desde hace años”. En la zona comunitaria la acumulación de neumáticos está prohibida desde el año 2005. Por lo tanto, cualquier vertedero o cementerio de este tipo es ilegal, denuncia Segura. La directiva obliga a rentabilizar, valorizar y dar un uso a esos productos, ya sea reciclándolos o incinerándolos para transformarlos en energía. Segura añade que aunque la tendencia tendría que estar dirigida al reciclaje y se recomienda que la incineración no debe superar el 20 por ciento anual de los neumáticos en desuso, “actualmente estamos en torno al 50 por ciento de incineración. Estamos haciendo justamente lo contrario”.

Aunque en cada país suele haber empresas encargadas del reciclaje de los neumáticos que se producen en suelo nacional, generalmente estas propias compañías dificultan el tratamiento de los residuos. ¿Por qué? “Porque cuantos más neumáticos haya en el mercado, menos valor tienen y menos obtienen ellos de su gestión”, dice Segura y concluye: “Esta gente ha puesto todo tipo de zancadillas para evitar que aquellos que quisieran encargarse de la gestión de vertederos como el de Seseña pudiesen dar salida a los neumáticos”.

Uno de estos interesados fue el mexicano Víctor Pagaza, director general de Recubrimientos Ecológicos y Reciclados y dueño de la patente a3p Interllanta, un impermeabilizante de hule de neumático. “Precisamente hace tres años estuve por allá (en Seseña) y le hice una oferta a las autoridades para comprar los neumáticos y transformarlos en los productos que hago. No aceptaron mi oferta y ahora tenemos ese problema de contaminación y el incendio, que va a durar un tiempo hasta que se apague”, afirma Pagaza en conversación con DW.

Según dice, en México se desechan más de 40 millones de llantas usadas al año y poco más del 12 por ciento se recicla. “Falta una cultura política por parte de las autoridades. Se debe ayudar a los que desarrollan productos de reciclado para convertir este pasivo ambiental en un activo”, afirma. Pagaza también insiste en la globalidad del problema. “En California se desechan más de 180 millones de llantas al año. ¡Eso sí es un problemón!”. Según el mexicano, el mayor obstáculo es que “los productos resultantes del reciclado de las llantas, quitando el impermeabilizante que nosotros producimos, no son de uso común y su demanda es muy pequeña”.

Aplicaciones del caucho reciclado
Recubrimientos Ecológicos y Reciclados está especializada en la pulverización de los neumáticos. Con el polvo hacen una cubierta que se utiliza en la impermeabilización de tejados. Pagaza lleva 25 años en el negocio y calcula que en los últimos 8 años su compañía debe haber reciclado entre 5 y 6 millones de neumáticos. Cuando es preguntado acerca de a cuánto está el kilogramo de neumático usado en el mercado, dice que precisamente esa es la perversión. “No se debe pagar por la basura”, asegura Pagaza. Y añade: “Muchos compran llantas usadas y eso es lo que pervierte el mercado. Por el contrario, se debe fomentar la instalación de plantas de reciclado”. Su empresa vende el kilogramo de grano de caucho reciclado (GCR) a 5 pesos mexicanos (0,24 euros).

En la mayoría de plantas de reciclaje los desechos son sometidos a procesos de cortes, trituración, molienda mecánica y separación de componentes -80 % caucho, 15 % acero y 5 % fibra-. Mientras que el acero se extrae por medio de imanes y las fibras textiles se separan con sistemas de aspiración y se almacenan para su posterior comercialización, a partir de la mezcla del caucho reciclado se pueden obtener distintos materiales. El GCR se usa sobre todo en terrenos deportivos de césped artificial, en suelos de seguridad infantiles y en la fabricación de asfalto.

Una de las compañías dedicadas a la fabricación de maquinaria para el procesamiento de neumáticos fuera de uso (NFU) más importante de Colombia es Gercons. En entrevista con DW, José Luis González, gerente de ventas de la empresa, asegura que fabrican procesadoras capaces de transformar entre 500 kilogramos y 5 toneladas de NFU por hora.

El proceso de reciclaje de neumáticos es de vital importancia ya que el proceso de degradación natural de la llanta puede superar los 250-300 años. Además de los problemas de contaminación ambiental y del humo que produce la quema de neumáticos, el almacenamiento de llantas trae consigo una serie de enfermedades y plagas transmitidas por roedores e insectos que viven en estos vertederos”, concluye González.

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Fuente: 
Jaime Campoamor, Cementerios de neumáticos: un problema global, 23/05/16, Deutsche Welle.

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