El deshielo en Groenlandia debido al cambio climático amenaza con aflorar residuos tóxicos enterrados en un campamento militar estadounidense abandonado durante la Guerra Fría.
En 1959, en el
contexto de la Guerra Fría, ingenieros del ejército estadounidense
construyeron una ciudad subterránea secreta bajo las capas de hielo
de Groenlandia, conocida como Camp Century, para estudiar la
viabilidad de enterrar misiles nucleares bajo la nieve.
Tras constatar
que la capa de hielo de Groenlandia no era todo lo estable que
pensaban, el campamento fue desmantelado en 1969. Los ingenieros
retiraron la cámara de reacción nuclear, pero dejaron la
infraestructura del campamento y, con ella, los residuos
radioactivos, químicos y biológicos, pensando que quedarían
enterrados para siempre. Sin embargo, desconocían los efectos que
iba a tener el calentamiento global décadas después.
Los residuos, en
riesgo de aflorar a la superficie
Ahora, la fusión
de la capa de hielo de Groenlandia por el cambio climático amenaza
con aflorar los residuos peligrosos que quedaron congelados durante
la Guerra Fría, según un estudio de investigadores de las
universidades de Colorado (Estados Unidos) y de York (Canadá)
publicado en la revista 'Geophysical Research Letters', de la Unión
Geofísica Americana.
Para el estudio,
los investigadores hicieron un inventario de los residuos en Camp
Century y practicaron simulaciones de modelos climáticos, además de
analizar documentos históricos de ingenieros del Ejército de
Estados Unidos, para determinar donde se encontraban los residuos y
qué riesgo tenían de ser expuestos.
Así,
descubrieron que los residuos en este antiguo campamento
estadounidense abarcan 55 hectáreas, que es más o menos el tamaño
de cien campos de fútbol, y que todavía contiene la friolera de
200.000 litros de combustible diésel, suficiente para que un coche
de la vuelta al mundo 80 veces.
Además, los
investigadores consideran que los materiales de construcción
utilizados en el lugar contienen bifenilos policlorados, una serie de
compuestos muy tóxicos para la salud humana, y que en el campamento
hay 240.000 litros de aguas residuales, incluyendo una cantidad
desconocida de refrigerante de bajo nivel radiactivo procedente del
generador nuclear.
"Es solo una
cuestión de tiempo"
El estudio
sugiere que la fusión del hielo podría aflorar todas estas
sustancias dentro de 75 años, pero podría ser antes. "Cuando
miramos las simulaciones del clima, estas sugieren que, en lugar de
nieve perpetua, el sitio podría pasar de tener una acumulación de
nieve a tener condiciones de fusión, sobre todo en 2090",
subraya William Colgan, investigador de la Universidad de York y
autor principal de artículo. "Es sólo una cuestión de tiempo
que se fundan los residuos, lo que será irreversible", añade.
Los autores
advierten que las toxinas suponen un peligro ambiental
"significativo". Una vez que el hielo se derrita, los
contaminantes pueden ser transportados al océano, donde muy
probablemente dañarán los ecosistemas marinos.
La
responsabilidad de estos residuos
La cuestión
ahora es encontrar una solución a este problema. Los investigadores
no defienden una inminente limpieza de Camp Century, pues todavía
está enterrado profundamente debajo del hielo. "Realmente es
una situación en la que habrá que esperar hasta que la capa de
hielo se haya derretido", explicó Colgan.
Sin embargo, no
está claro quién será el responsable de esta limpieza. La
co-autora del estudio, Jessica Green, afirma que "el estudio
identifica un gran agujero en el conjunto de las leyes y normas que
tenemos que hacer frente a los problemas ambientales a nivel
mundial".
"La ciudad
bajo el hielo"
A principios de
los 50, el Gobierno estadounidense y el de Dinamarca acordaron la
defensa conjunta de Groenlandia, en territorio danés, ante posibles
ataques soviéticos. Así, los ingenieros de Estados Unidos pusieron
en marcha dos proyectos principales. Por un lado construyeron la base
aérea de Thule, y a 240 kilómetros hacia el interior empezaron el
segundo proyecto con nombre en clave: Camp Century.
La instalación
constaba de más de 3 kilómetros de túneles en el hielo. Albergaba,
además de un reactor nuclear, a entre 85 y 200 soldados y
científicos que disponían de un hospital, una pequeña iglesia, un
pequeño teatro y otras comodidades extraordinarias teniendo en
cuenta la ubicación. El campamento incluía un sistema de tuberías
y alcantarillado integral, generaba su propia electricidad y
producían agua dulce mediante la perforación de pozos en el hielo
con las mangueras de vapor de alta presión.
El "Proyecto
Iceworm" se dio a conocer en 1997, cuando Dinamarca
desclasificó, a petición del Parlamento, los documentos, que
revelaron la estrategia táctica y geográfica que Estados Unidos
pretendía conseguir en esta zona para desarrollar sus objetivos de
defensa nuclear en el Ártico.
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