martes, 20 de septiembre de 2016

El Valle del Derrame de Barrick Gold

Barrick Gold celebró el aniversario del derrame de un millón de litros de solución de cianuro con la noticia de un nuevo derrame. Las primeras repercusiones obligaron incluso al gobierno de San Juan a suspender la actividad, frente a la reiterada movilización del pueblo de Jáchal. El nuevo derrame vuelve a traer a consideración los problemas estructurales de la mina de Veladero, señalando el colapso del valle de lixiviación.

"El día 8 de septiembre reportamos a las autoridades correspondientes un incidente dentro del valle de lixiviación producto del desacople de una cañería corrugada de 18 pulgadas con solución de proceso". El comunicado de Barrick Gold debió admitir la existencia del nuevo "accidente", nuevamente luego de que el rumor comenzara a correr por el pueblo de Jáchal. Otra vez información tardía, sospechada de imprecisa, como forma de contener los daños.

La cuestión de mayor relevancia, en este sentido, viene por la situación estructural de la megaminería en San Juan. En la circunstancia en que se conocieron los hechos del año pasado, la corporación debiera tomar todos los recaudos para evitar cualquier otro "incidente". Sin embargo, el hecho de que haya ocurrido de nuevo ya no puede ser fácilmente considerado como un error, sino que deben investigarse las razones de fondo por las cuales sucede.

En este punto, como se había advertido ya días después del primer derrame, la denuncia de la Asociación Ecologista Inti Chuteh apuntaba a una situación delicada en la minera Veladero. Puntualmente, la propia corporación Barrick Gold había señalado la necesidad de duplicar de 700 a 1400 toneladas la capacidad del valle de lixiviación. Es decir, el lugar donde se procesan las toneladas de rocas extraídas con cianuro para separar los metales rentables.

Una reciente nota de La Vaca también indaga en el mismo sentido. Al señalar el testimonio reservado de un técnico de la mina, indica: "El sistema hace que todo lo que se va poniendo en el valle de lixiviación nunca deja de crecer. El material que se va colocando no se remueve: se va acumulando cada vez más. Y todos los años se va construyendo para que ese lugar sea más grande. Hay sectores hechos para que se siga acumulando, y se estipula cuánto van a tirar durante todo el año".

Incluso la propia Barrick Gold admite los problemas, cuando habla de las medidas de "seguidad" que se tomarían luego del segundo derrame. Entre ellas incida: "Se mejorarán las bermas que delimitan el perímetro del valle de lixiviación, de 7,5 kilómetros de longitud; se realizará la limpieza de todas las bermas y se colocarán bolsas aislantes e impermeables rellenas con material aislante para aumentar su altura". La atención colocada en este valle de lixiviación es un punto clave que debe profundizarse.

Desde Jáchal, Silvina de los Santos explicó a La Poderosa: "Ya nos hipotecaron el presente y el futuro con el agua: un derrame hace un año, y ahora otro derrame más". Y toca también el punto crucial centro de las miradas: "La empresa se excusa en que se cayó un trozo de hielo sobre una de las cañerías que desemboca en el valle de lixiviación. Y claro… si siguen así, no solo un pedazo, sino toda la cordillera se va a caer en el dique. Creen que pueden subestimar nuestra inteligencia".

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