Barrick Gold
celebró el aniversario del derrame de un millón de litros de
solución de cianuro con la noticia de un nuevo derrame. Las primeras
repercusiones obligaron incluso al gobierno de San Juan a suspender
la actividad, frente a la reiterada movilización del pueblo de
Jáchal. El nuevo derrame vuelve a traer a consideración los
problemas estructurales de la mina de Veladero, señalando el colapso
del valle de lixiviación.
"El día 8 de
septiembre reportamos a las autoridades correspondientes un incidente
dentro del valle de lixiviación producto del desacople de una
cañería corrugada de 18 pulgadas con solución de proceso". El
comunicado de Barrick Gold debió admitir la existencia del nuevo "accidente", nuevamente luego de que el rumor comenzara a correr
por el pueblo de Jáchal. Otra vez información tardía, sospechada
de imprecisa, como forma de contener los daños.
La cuestión de
mayor relevancia, en este sentido, viene por la situación
estructural de la megaminería en San Juan. En la circunstancia en
que se conocieron los hechos del año pasado, la corporación debiera
tomar todos los recaudos para evitar cualquier otro "incidente".
Sin embargo, el hecho de que haya ocurrido de nuevo ya no puede ser
fácilmente considerado como un error, sino que deben investigarse
las razones de fondo por las cuales sucede.
En este punto,
como se había advertido ya días después del primer derrame, la
denuncia de la Asociación Ecologista Inti Chuteh apuntaba a una
situación delicada en la minera Veladero. Puntualmente, la propia
corporación Barrick Gold había señalado la necesidad de duplicar
de 700 a 1400 toneladas la capacidad del valle de lixiviación. Es
decir, el lugar donde se procesan las toneladas de rocas extraídas
con cianuro para separar los metales rentables.
Una reciente nota de La Vaca también indaga en el mismo sentido. Al señalar el
testimonio reservado de un técnico de la mina, indica: "El sistema
hace que todo lo que se va poniendo en el valle de lixiviación nunca
deja de crecer. El material que se va colocando no se remueve: se va
acumulando cada vez más. Y todos los años se va construyendo para
que ese lugar sea más grande. Hay sectores hechos para que se siga
acumulando, y se estipula cuánto van a tirar durante todo el año".
Incluso la
propia Barrick Gold admite los problemas, cuando habla de las medidas
de "seguidad" que se tomarían luego del segundo derrame. Entre
ellas incida: "Se mejorarán las bermas que delimitan el
perímetro del valle de lixiviación, de 7,5 kilómetros de longitud;
se realizará la limpieza de todas las bermas y se colocarán bolsas
aislantes e impermeables rellenas con material aislante para aumentar
su altura". La atención colocada en este valle de lixiviación es
un punto clave que debe profundizarse.
Desde Jáchal,
Silvina de los Santos explicó a La Poderosa: "Ya nos hipotecaron el
presente y el futuro con el agua: un derrame hace un año, y ahora
otro derrame más". Y toca también el punto crucial centro de las
miradas: "La empresa se excusa en que se cayó un trozo de hielo
sobre una de las cañerías que desemboca en el valle de lixiviación.
Y claro… si siguen así, no solo un pedazo, sino toda la cordillera
se va a caer en el dique. Creen que pueden subestimar nuestra
inteligencia".
Para leer el resto del artículo dirigirse a ComAmbiental
Dibujo por Chelo Candia, de la serie Un dibujo por día contra la megaminería, el saqueo y la contaminación.Entradas relacionadas:
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