Greenpeace y otras ONG denunciaron hoy que el Gobierno nipón está "forzando" a los evacuados de Fukushima a retornar a sus hogares en zonas próximas a la central accidentada y declaradas seguras, pese a los elevados niveles de radiactividad.
Una plataforma de
organizaciones no gubernamentales acusó hoy al Ejecutivo de “tratar
de normalizar la situación en Fukushima” y de “vulnerar los
derechos humanos” de los evacuados, cinco días antes del sexto
aniversario del peor accidente nuclear desde el acaecido en Chernóbil
(Ucrania) en 1986.
Estas son las
conclusiones de un informe realizado por Greenpeace Japón, Human
Rights Now y otras ONG niponas, y basado en mediciones de la
radiactividad en áreas cercanas a la planta de Fukushima Daiichi.
La radiación
supera los límites para la salud
El documento,
presentado hoy en rueda de prensa, señala que la radiación en gran
parte de la localidad Iitate -declarada habitable a partir del
próximo abril- supera ampliamente el umbral seguro para la salud
humana.
Las ONG
detectaron allí niveles de hasta 2,61 milisieverts anuales, más del
doble del techo de 1 milisievert recomendado por la Comisión
Internacional de Protección Radiológica (CPR), y que acumulado
supone “un serio riesgo a largo plazo para quienes retornen a sus
hogares”.
Los niveles son
aún mayores en zonas forestales de Iitate, que suponen el 75 por
ciento del municipio, donde la radiactividad “es comparable a la
zona de exclusión de Chernóbil”, en la que el acceso sigue
prohibido más de 30 años después del accidente.
Estas dosis de
radiación representan “un peligro mucho más elevado” para
mujeres y niños, grupos demográficos “mucho más vulnerables a
los efectos de la radiación acumulada” que los hombres adultos.
“No hay
retorno posible a la normalidad en Iitate”, afirmó la experta de
Greenpeace Kendra Ulrich, quien añadió que a la industria atómica
“no le interesa que exista una amplia zona de exclusión, puesto
que simboliza la irreversibilidad de un accidente nuclear”.
Las ayudas
estatales concluyen a fin de mes
Asimismo, a
finales de mes concluirá el programa de ayudas estatales para los
evacuados de Fukushima consistente en alojamientos temporales
gratuitos o viviendas de alquiler subvencionadas.
El Estado
costeaba estos gastos tanto para los originarios de municipios dentro
de la zona de exclusión -un área que se ha reducido de forma
paulatina gracias a las tareas de descontaminación- como para
quienes abandonaron sus hogares “de forma voluntaria”.
Unas 12.000
personas se quedarán sin estas ayudas en abril, lo que en la
práctica significa “una coacción económica y una vulneración
deliberada de sus derechos básicos”, según Ulrich.
El Gobierno, no
obstante, seguirá pagando durante un año estos subsidios a quienes
residían en aquellas localidades que permanecen dentro de la “zona
de exclusión”.
“Es un crimen
hacer volver a la gente a zonas que no son seguras. Estamos siendo
abandonados por el Gobierno”, afirmó por su parte Noriko
Matsumoto, representante de un centro de ayuda a evacuados y
colaboradora del informe.
Fuentes:
El Gobierno nipón intenta “normalizar” la situación en Fukushima, según ONG, 07/03/17, Efeverde. Consultado 07/03/17.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Fuku 1" del artista Michael Proepper.
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