martes, 25 de abril de 2017

Casi 20 años conviviendo con el río-cloaca

La solución prometida es la construcción de otra planta ubicada al lado, que permitiría arrojar los líquidos con el tratamiento que corresponde. Pero su construcción demandará por lo menos tres años.

por Diego Marconetti

En los archivos de La Voz , los primeros informes sobre la falta de tratamiento de los líquidos cloacales en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande se remontan a 1998.

En esa época, las conexiones residenciales a la red cloacal sumaban 165 mil y la planta de tratamiento de líquidos cloacales ya estaba sobrepasada en su capacidad. La Edar, inaugurada en 1987, había sido planificada para 77 mil conexiones.

Lo que sucedió en estos casi 20 años fue un empeoramiento paulatino de la situación, que se hace evidente en el estado que presenta el río Suquía aguas abajo de la Edar.

El curso de agua es literalmente una cloaca a cielo abierto. El año pasado, este diario analizó muestras tomadas metros después de Bajo Grande.

Los resultados de los análisis arrojaron que las bacterias coliformes fecales eran 930 mil cada 100 mililitros de agua, e igual número de bacterias Escherichia coli .

Los valores aceptables en agua de recreación, según lo establece la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, son mil bacterias coliformes fecales y 800 de Escherichia coli en 100 mililitros de agua. Es decir que lo hallado fue 930 veces más que lo admitido por la normativa.

¿Qué pasó en estos 20 años? En 2011, se habilitó una ampliación de la planta que tendría que haber solucionado el problema.

Sin embargo, no hubo cambios en los efluentes que se arrojan al río, por deficiencias en las obras, que constan en un expediente judicial. La falta de mantenimiento en las instalaciones es noticia cada tanto.

Por otra parte, en la Justicia se tramitan causas contra funcionarios, empleados, la Municipalidad y la Provincia, que están cajoneadas.

La solución prometida es la construcción de otra planta ubicada al lado, que permitiría arrojar los líquidos con el tratamiento que corresponde. Pero su construcción demandará por lo menos tres años.

Serán entonces más de dos décadas arrojando contaminación al Suquía. Y lo más grave es que aguas abajo de la Edar viven cientos de familias que conviven a diario con el río-cloaca.

Fuente:
Diego Marconetti, Casi 20 años conviviendo con el río-cloaca, 25/04/17, La Voz del Interior.

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