viernes, 26 de mayo de 2017

Atentado radiactivo en Atucha


Un acto malicioso con agua pesada radiactiva contra un trabajador del Complejo Nuclear Atucha, pone en evidencia la debilidad en la protección física del material nuclear por parte de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina SA.

ZÁRATE, 9 de mayo de 2017.- Damián Straschenco termina su jornada laboral en el Complejo Nuclear Atucha, los detectores ubicados en el acceso disparan la alarma que advierte de contaminación radiactiva. Algo llamativo en alguien que habitualmente no ingresa a las zonas controladas de la instalación.

La empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina SA estableció que la exposición fue debida a la incorporación de líquido de la botella de agua para uso personal de Straschenco, la cual había sido adulterada con agua pesada radiactiva.
 
Una vez detectada la contaminación radiactiva interna, el trabajador fue sometido a una asistencia de protocolo para eliminar lo más rápidamente la radiación. Además se le realizaron estudios de alta complejidad en el Centro Atómico Ezeiza para evaluar posibles daños en su cuerpo.

El agua pesada no es radioactiva, pero se convierte en radioactiva durante el funcionamiento de la central nuclear. Al someterla al bombardeo de neutrones, algunos núcleos de deuterio transmutan en tritio, con lo cual se obtiene agua tritiada.

"Nunca creí que como trabajador podría estar expuesto a un atentado de estas características. Pero el detector de radiación saltó a mi paso, y aunque llegué en perfectas condiciones, me fui de mi trabajo con radiación en mi cuerpo", dijo Straschenco, que además de trabajador de Atucha es secretario adjunto del Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate.

Precisó al diario Ámbito que el nivel de radiación hallado en su cuerpo, según los estudios preliminares: "Oscila entre 130 y 180 milisieverts, cuando la medida máxima tolerada para un trabajador expuesto a la actividad del reactor nuclear es de 20 milisieverts por año".

El 12 de mayo de 2017 Straschenco presentó una denuncia ante el Juzgado Federal de Campana, que caratuló la causa como intento de homicidio.

"Estar expuestos a estas dosis de radiación podría implicar a mediano y largo plazo graves complicaciones de su salud" señaló el citado sindicato en un comunicado emitido el 24 de mayo de 2017, mediante el cual se denunció el atentado contra la vida del sindicalista.

Por su parte, Straschenco señaló en un comunicado personal que: "Hecho como el ocurrido y al que nunca creí estar expuesto en lo personal, pero que tampoco ningún trabajador debería estarlo; hoy es una peligrosa realidad que vulnera no tan solo nuestra integridad psicofísica sino también nuestra fuente de trabajo, pensar que entre nosotros trabajan y caminan a diario criminales es realmente preocupante".

Los trabajadores de Luz y Fuerza de Zárate mantienen un conflicto con Nucleoeléctrica Argentina SA por reclamos vinculados al reconocimiento del sindicato y el avance por parte de la patronal sobre derechos establecidos en el convenio colectivo de trabajo.

La responsable del Área de Institucionales de Nucleoeléctrica, Mabel Barbas, confirmó el incidente, admitiendo que: "No hay dudas de que es un hecho malevolente, deliberado, aunque no podemos saber si fue o no un atentado”.

La Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) define como emergencia radiológica a cualquier situación que involucre radiaciones ionizantes o procesos de fisión nuclear, pudiendo resultar de eventos accidentales o de actos deliberados de naturaleza terrorista o criminal, que provoque daños materiales, afectación de personas y/o impacto ambiental.

Entre la secuencia de acciones posibles ante un caso de contaminación radiactiva interna, la ARN indica formar complejos solubles que faciliten la remoción del radionucleido incorporado, prevenir su deposición en los órganos blanco y facilitar su excreción. 

En los últimos 20 años se han registrado en el mundo unos 2.800 casos de contrabando, posesión ilegal y pérdida de material nuclear, según una base de datos de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Fallas de seguridad recientes:

15 de abril de 2016. En la Central Nuclear Embalse se produjo un derrame de 10 litros de agua pesada radiactiva, que mojó parcialmente la ropa de trabajo de 9 operarios.

17 de septiembre de 2014. En el Complejo Nuclear Atucha falleció Cristian Andrés Santano mientras se desempeñaba como empleado contratado de la empresa Vialco.

22 de agosto de 2014. En el Complejo Nuclear Atucha falleció el operario Juan Manuel Serrata en un accidente eléctrico.

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