En Buenos Aires
se quejan por la demora en declarar la emergencia agropecuaria.
por Fernando Bertello
Cuando falta poco
más de un mes y medio para el comienzo de la nueva campaña de
granos gruesos, con el maíz en primer término, dos millones de
hectáreas entre Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y parte de Santa Fe
están bajo el agua y otras cuatro millones de hectáreas tienen
graves problemas de piso o se encuentran con anegamientos parciales.
A ese cuadro de
situación actual se llega tras la lectura de imágenes satelitales
del lunes pasado, tarea que realizó Pablo Ginestet, especialista en
tecnologías de drones e imágenes satelitales y delegado de
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en la Comisión Nacional de
Emergencias y Desastres Agropecuarios. Si bien no toda esa superficie
corresponde necesariamente a área cultivable, ya que hoy puede haber
pasturas, las seis millones de hectáreas en total, entre
completamente bajo el agua o comprometidas por graves problemas,
representan el 16 % del área total que podría tener la campaña
2017/2018. Según la consultora Agritrend, en rigor, el nuevo ciclo
podría cubrir (considerando lo ya implantado en trigo) 37,3 millones
de hectáreas. De acuerdo a esta proyección, en el nuevo ciclo
debería haber 1,2 millones de hectáreas más que en el anterior. El
clima dirá.
"La zona
oeste de la provincia de Buenos Aires, junto al este de La Pampa, son
las zonas más afectadas. Se han ido complicando a tal punto que no
sólo se perdió la siembra de trigo, sino que está muy comprometida
la próxima campaña de soja y maíz. Además, es muy delicada la
situación de los tambos y la ganadería", dijo Ginestet.
Mientras la
inundación no afloja, entre productores y entidades gremiales hay
malestar porque, según dijo Matías de Velazco, presidente de la
Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa
(Carbap), "estuvo demorada la firma de las emergencias
agropecuarias" en la provincia de Buenos Aires. Acaba de vencer
la segunda cuota del impuesto inmobiliario rural y en algunos
partidos inundados igual lo pagaron porque no estaba la emergencia
agropecuaria oficializada. "La gente que está inundada pagó",
indicó. Según Ginestet, vienen de salir publicados en la provincia
decretos que estaban pendientes hace cuatro meses. Mencionó los
casos de Bolívar, Daireaux, Guaminí, Pinto y Henderson, además de
Junín.
En Rivadavia,
según contó Martín Montero, presidente de la Sociedad Rural local,
donde tienen 150.000 hectáreas inundadas sobre 350.000 totales, hay
productores que si bien hicieron su presentación de emergencia, como
la provincia no les dio el certificado que la acredita igual tuvieron
que pagar el inmobiliario rural. "Hay un sector de productores
que no recibió el beneficio de la emergencia. Tenemos lugares con un
metro de agua y necesitamos que Hidráulica mande máquinas y gente",
dijo.
En tanto, el
director de ARBA, Gastón Fossati, indicó a La Nación que "aquellos
productores incluidos en el beneficio [por la emergencia] que hayan
abonado la segunda cuota del Impuesto Inmobiliario Rural, que venció
el 12 de este mes, recibirán un crédito fiscal que aplicará sobre
la tercera cuota del tributo, que vencerá en noviembre. En tanto que
quienes todavía no pagaron la cuota 2 quedarán exceptuados de esa
obligación".
Según Ginestet,
en zonas inundadas ARBA sigue mandando revalúos fiscales -con
impacto en el inmobiliario- pese a que la misma provincia negó
enviarlos a esos lugares. "Hace diez días en Henderson les
llegaron a un montón de productores", señaló.
Fuente:
Fernando Bertello, Seis millones de hectáreas siguen mal por el agua, 19/07/17, La Nación. Consultado 19/07/17.
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