ROMA, 17 ago 2017
(IPS) - El Convenio de Minamata sobre el Mercurio, que procura
“proteger el ambiente y la salud” del daño que implican sus
emisiones, ya es un histórico tratado vinculante.
El documento ya
cuenta con la firma de 128 de los 193 estados miembros de la
Organización de las Naciones (ONU), y la ratificación de 74 países,
que ahora están obligados legalmente a respetar las disposiciones.
El Convenio de
Minamata se suma a otros tres tratados de la ONU para reducir el
impacto de químicos y otros desperdicios: la Convención de Basilea,
de 1992 y los convenios de Rotterdam y de Estocolmo, de 2004.
IPS conversó con
Michael Bender y Elena Lymberidi-Settimo, coordinadores de la
organización Grupo de Trabajo Mercurio Cero (ZMWG, en inglés),
quienes coincidieron en que el nuevo tratado es la mejor oportunidad
de atender el problema mundial del mercurio, a pesar de sus
debilidades.
ZMWG es una
coalición internacional de más de 95 organizaciones sin fines de
lucro en más de 50 países, que hace una década que reclamaba un
tratado vinculante y ahora “aplaude el nuevo protocolo”.
Para esta
organización, el mercurio es responsable de la contaminación
mundial, pues viaja grandes distancias. Su forma más tóxica,
metilmercurio, se acumula en grandes peces predatorios y llega a los
seres humanos a través del consumo de pescado, con graves
consecuencias para fetos o niños pequeños.
Impacto
El tratado, que
entró en vigor el 16 de este mes, es una mezcla de elementos
obligatorios y voluntarios con el fin de controlar la incipiente
crisis mundial de mercurio, destacaron.
El documento,
precisaron, incluye obligaciones fundamentales que afectan el uso, el
comercio, las emisiones y el desecho mundial. A corto plazo, las
disposiciones incluyen prohibir cualquier extracción minera primaria
de mercurio, reducir de forma paulatina los productos con mercurio
agregado para 2020 y los procesos que utilizan mercurio, detallaron.
Varios de esos
pasos eran impensables hace unos años, observaron. En la actualidad,
existen alternativas viables, disponibles y rentables para la mayoría
de los productos con mercurio como termómetros, amalgamas dentales,
termostatos, baterías y dispositivos de medición, así como
procesos que usan mercurio (como para la producción de cloro),
analizaron Bender y Lymberidi-Settimo.
El respaldo a la
implementación procederá de un mecanismo financiero creado por el
convenio. Además, el tratado incluye disposiciones sobre la
comunicación de datos, que implica que la secretaría del convenio
supervise el avance y, con el tiempo, se organice una conferencia de
las partes para atender las cuestiones que surjan.
El tratado
también incluye otras disposiciones con información y pautas
necesarias para reducir las principales fuentes de emisiones. Todos
juntos, estos pasos permitirán realizar significativas reducciones
de mercurio a escala global, opinaron.
Pero los
especialistas cuestionaron que si bien avanza en la dirección
correcta, el tratado no va lo suficientemente lejos ni rápido a
corto plazo para hacer frente a los crecientes riesgos que supone la
exposición al mercurio para los humanos.
En el caso de
grandes fuentes de emisiones, como las centrales eléctricas a
carbón, los requisitos para los países es que sigan las prácticas
BTA/BEP (siglas en inglés de mejores tecnologías
disponibles/mejores prácticas ambientales) para reducir las
emisiones, pero no se fijaron objetivos numéricos.
Las nuevas
instalaciones no tendrán que tener control de contaminación de
mercurio hasta cinco años después de la entrada en vigor del
tratado, y las ya existentes tendrán 10 años de plazo para empezar
sus iniciativas de control, apuntaron.
El tratado
también se concentra en la extracción de oro artesanal y a pequeña
escala, que es la mayor fuente de uso y de emisiones de mercurio en
todo el mundo, indicaron.
Los planes de
acción nacionales en materia de minería artesanal fomentarán la
reducción del uso, pero el tratado no incluye una disposición que
prevea la eliminación del uso del mercurio. Se prevé que esos
planes eliminarán a muchas de las peores prácticas que constituyen
la vasta mayoría del uso del mercurio en el sector.
El convenio
prohíbe nuevas extracciones de mercurio primarias, pero permite que
la existente se mantenga 15 años, aunque no permite el suministro a
la minería artesanal. De esta fuente, el mercurio solo se permite en
la fabricación de productos con mercurio agregado y en otros
procesos de manufactura.
IPS también
consultó a los especialistas sobre los artículos clave que, en su
opinión, llevarán a la prohibición mundial del uso de mercurio.
Bender y
Lymberidi-Settimo explicaron que el convenio contiene medidas de
control destinadas a limitar de forma significativa el suministro
global de mercurio para complementar y reforzar la demanda de medidas
para controlar la reducción.
En especial, las
disposiciones del artículo 3 limitan las fuentes de mercurio
disponibles para usar y comerciar, y especifica los procedimientos a
seguir, cuando se permite ese comercio.
Al final, como el
uso de mercurio disminuye, mediante las distintas disposiciones del
convenio, la producción y las exportaciones de las minas de mercurio
primarias se reducirán.
Implementación
En lo que
respecta a un mecanismo que ayude a supervisar cómo implementarán
el convenio los 74 estados parte, los especialistas explicaron que el
tratado establece requisitos para que las partes envíen información,
incluso sobre las medidas tomadas para implementar las disposiciones
del documento y sobre la efectividad de dichas medidas.
Luego, no más de
seis años después de que entre en vigor, la conferencia de las
partes deberá evaluar la efectividad del documento.
La evaluación
deberá basarse en los informes disponibles y en la supervisión de
la información. Los informes deben enviarse de conformidad y la
información y las recomendaciones suministradas al comité de
implementación y cumplimiento.
Por eso, son tan
importantes los debates de la conferencia de las partes, que tendrá
lugar en Ginebra del 24 al 29 de septiembre, sobre los formularios de
información. El artículo 21 sobre los requisitos de la información
ofrecerán detalles fundamentales sobre la situación del mercurio a
escala mundial y sobre la efectividad del convenio en la reducción
del mercurio y la protección de la salud humana, precisaron.
La información
de las partes debe ser pública y debe incluir datos sobre emisiones,
las cantidades de mercurio desechado y el método con que se hizo,
así como las decisiones sobre la frecuencia de comunicación.
Lo más
importante (al menos para el comercio y la producción de mercurio)
es que los especialistas recomiendan que los datos se suministren de
forma anual para supervisar de forma precisa el cambio de
circunstancias mundiales debido a los problemas con otras fuentes de
datos.
Por último, el
convenio no prevé penas por el no cumplimiento. Pero el comité de
auditoría también se concentrará en asistir a los países a
cumplir, así como a identificar áreas donde los estados puedan
necesitar asistencia.
Además, las
leyes de cada país pueden prever penas.
Ratificaciones
Países como Gran
Bretaña, Rusia, Alemania, India, Italia, Sudáfrica, Australia y
España no están en la lista de los que ratificaron el convenio,
pero eso no preocupa a los especialistas.
Bender y
Lymberidi-Settimo explicaron que en lo que respecta a los países
desarrollados, se anticipa que ya implementaron muchas de las
disposiciones o están en posición de financiarlas en el futuro, a
diferencia de los países en desarrollo, que dependen del convenio
para obtener fondos.
En lo que
respecta a Sudáfrica, nuestra socia Ground Work, señaló que la
ratificación sigue siendo un problema en ese país porque el sector
industrial depende mucho de la industria carbonífera, con casi 90
por ciento de la energía derivada de esa fuente.
El enorme sector
minero no está dispuesto a declarar la cantidad de mercurio liberado
del mineral que extraen.
Todos los países
de la Unión Europea terminarán por ratificar el documento. Además,
India comenzó el proceso, al igual que Australia y también Rusia,
pero puede demorar un tiempo.
Pero las
emisiones de las centrales de energía termales todavía preocupan
pues casi 60 por ciento de la energía generada procede del carbón y
el costo asociado con la captura del mercurio a partir de las
emisiones de carbono se considera como una limitante.
Traducido por
Verónica Firme
Fuente:
El convenio para reducir el uso de mercurio ya es vinculante, 17/08/17, Inter Press Service.
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