sábado, 18 de noviembre de 2017

Denuncian que Bajo Grande opera al 20 %: peor que en abril

Delegados de la planta dicen que hoy se trata “el 20 por ciento” de los efluentes por falta de funcionamiento de equipos. La Municipalidad niega la situación y asegura que ha invertido 11,5 millones de pesos este año.

por German Pandolfi

Otra vez, empleados de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande denunciaron que continúan sin poder depurar, con el tratamiento que corresponde, los líquidos cloacales que ingresan a la planta. Buena parte se arrojan crudos al río Suquía, sin tratar.

La situación fue planteada por los delegados gremiales Gustavo Albeza, Eduardo Gómez y Gustavo Ibarra. Dijeron que apenas “se está logrando tratar el 20 por ciento” de los efluentes. En abril, habían denunciado que la Edar procesaba el 30 por ciento de los líquidos.

Seguimos con los mismos problemas de meses atrás, incluso la situación es peor, porque hace seis días que no tenemos cloro. Y no hay lugar dónde depositar los lodos”, comentaron.

Los delegados advirtieron de que hay equipos que no funcionan, por ejemplo, percoladores primario y secundario, calderas de atemperado de lodos, sedimentadores primario y secundario, y estación de recirculación (inundada).

El municipio refuta
Daniel Bardagi, director de Redes Sanitarias y Gas, negó que la situación de la Edar sea la que plantean los delegados.

El equipamiento se recuperó bastante en los últimos ocho meses; venimos trabajando para mejorar una planta con más de 30 años de funcionamiento, y esto no se hace de un día para el otro”, expresó.

Desde mayo hasta el presente, el municipio ha invertido 11,5 millones de pesos en la planta”, precisó Bardagi.

Otra visión tienen los delegados. “No se está haciendo casi nada. Los efluentes no se tratan debidamente a causa de los equipos rotos y de la falta de insumos”.

En relación con la cloración, alertan que “hace días” que no se efectúa este procedimiento, esencial para la desinfección final de los líquidos.

Los delegados dijeron que mantuvieron varias audiencias con autoridades del Ejecutivo municipal, aunque “sin resultado positivo”. “Esta situación no da para más; no hay un plan adecuado para que la planta depure la cantidad de líquidos que debería”, fustigaron los gremialistas.

Bardagi le dijo a La Voz que buscan recuperar equipos que no funcionan correctamente. “Con los percoladores, se hará una gran inversión; asesorados técnicamente por la Nación, se evaluará si serán reparados o reemplazados”, comentó.

Respecto de los sedimentadores, la estación elevadora y el equipo de cloración, el funcionario dijo que “funcionan normalmente, salvo problemas circunstanciales”. Recordó que este año se instalaron electrobombas, bombas a tornillo para digestores, bombas a pistón y un canal desarenador (ahora hay tres).

Bardagi anticipó que la semana próxima se instalará un nuevo dosificador para clorar líquidos y que los equipos que faltan se adquirirán en futuras licitaciones.

En la actualidad, en horarios pico ingresan a la planta de Bajo Grande entre nueve mil y 10 mil metros cúbicos de líquidos por hora.

De acuerdo con los delegados, hoy el 48 por ciento de la población tiene servicio de cloacas. Según el municipio, hay 800 mil personas servidas.

La planta nueva
Otra crítica que lanzaron los delegados de la Edar Bajo Grande se vincula con la nueva planta que la Nación y la Provincia están construyendo para duplicar el procesamiento de líquidos cloacales. “Esta obra avanza rápido, mientras que hay un desinterés absoluto por la planta de Bajo Grande”, cuestionaron.

La nueva planta estaría lista a fines de 2019. Costará 2.200 millones de pesos: dos tercios de los fondos serán aportados por la Nación y el resto, por la Provincia. Para los colectores, se invertirán otros 2.100 millones.

Bardagi indicó que la intención del municipio es que la Edar funcione a pleno "a mediados de 2018" y la nueva, en construcción, a fines de 2019 o a principios de 2020.

Con los 10 mil metros cúbicos por hora que puede procesar la planta actual y con otro tanto cuando esté lista la planta nueva, a 30 años se prestará servicio a dos millones de personas”, destacó.

Análisis
Los últimos análisis del agua del río Suquía, realizados en junio por el Centro de Química Aplicada (Cequimap), de la Universidad Nacional de Córdoba, más allá de la planta Edar, determinaron la presencia de bacterias coliformes fecales y escherichia coli muy por encima de los valores que están permitidos.

Fuente:
German Pandolfi, Denuncian que Bajo Grande opera al 20 %: peor que en abril, 18/11/17, La Voz del Interior. Consultado 18/11/17.

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