viernes, 23 de febrero de 2018

Habrá carteles para advertir de riesgos del uso del San Roque

Así serán los carteles a colocar en la costa del lago

Los colocará el municipio de Carlos Paz, para informar a bañistas y a pescadores. También pondrá en marcha un plan piloto de biorremediación con plantas acuáticas.

por Fernando Colautti

Desde la próxima semana, 25 carteles aparecerán en las costas del embalse San Roque, en jurisdicción de Villa Carlos Paz, advirtiendo sobre los riesgos de bañarse y de consumir su agua en forma directa, así como sus pescados. La inédita medida fue dispuesta por ese municipio, que hasta hace un tiempo reclamaba que no se difundiera la cuestión del deterioro ambiental del lago para no ahuyentar turistas.

Mientras, se pondrá en marcha un plan experimental de biorremediación que consistirá en sembrar plantas acuáticas en el lago, en forma controlada, para que se alimenten de los mismos nutrientes que generan la proliferación de algas (cianobacterias), principal causa del mal estado del embalse desde hace décadas.

Emilio Iosa, coordinador de Políticas Públicas Saludables del municipio de Villa Carlos Paz, confirmó que la semana próxima se colocaría la cartelería en las costas. “Es una acción más del plan que pusimos en marcha”, marcó, tras admitir que no fue una decisión sencilla el cambio de actitud del municipio. “Fue un paso difícil, tras muchos años de resistencia en la ciudad, pero de enorme responsabilidad cívica. Para una ciudad turística era complicado, pero en el mundo, varias ya lo han hecho. Y es lo que la Organización Mundial de la Salud sugiere”, indicó el médico que hace un año se sumó al Gobierno municipal.

Al Ministerio de Agua y Ambiente de la Provincia, que tiene jurisdicción sobre el lago, le presentamos la iniciativa. Y, además de aportar sugerencias, nos dieron el aval”, apuntó.

Los carteles serán similares a los que informan sobre alertas de incendios en las Sierras: según el día y la zona del lago, marcarán si el riesgo para la salud es bajo, medio o alto. El visitante o el vecino podrán elegir si deciden bañarse o no allí. A la vez, incluirá una sugerencia para los pescadores: que no consuman lo que pesquen.

No se trata de prohibir, sino de sugerir conductas más saludables, de crear conciencia”, destacó Iosa.

El sistema requiere que un laboratorio municipal, en formación, testee cada semana el estado del embalse y defina los riesgos según las zonas. Por ahora, empezará con equipos muy básicos.

Lo otro: biorremediación
Otra fase del plan es crear el Laboratorio Municipal de Monitoreo y biorremediación Experimental. El doctor en biología Eduardo Benavídez ya fue contratado para ponerlo en marcha.

Iosa precisó que la Secretaría de Ambiente de la Provincia avaló la idea del municipio de utilizar parte de la vieja estación de piscicultura provincial, con ese fin. Resta la firma de un convenio que le dé forma al acuerdo.

Allí, se pondrá en marcha un plan piloto para generar plantas acuáticas que sirvan para competir con las algas, quitándoles el alimento. La idea es sembrar diversas especies, entre ellas, camalotes, que extraen fósforo y nitrógeno del agua: se trata de los dos nutrientes que favorecen la proliferación de las cianobacterias y que son aportados, sobre todo, por la falta de tratamiento cloacal en la cuenca, además de otros impactos como la ganadería, los incendios y el desmonte en la región.

Benavídez comentó que el plan plantea dos años de experimentación. “El primero, en piletas. El segundo, a baja escala en varios puntos del lago. Desde el tercero, se aplicaría, según los resultados relevados, en gran escala”, señaló.

Iosa aclaró que ese plan a escala dependerá de que haya apoyo sostenido en el tiempo del municipio, la Provincia y la Nación, más allá de los cambios de gobierno.

Benavídez señaló que “hay experiencias exitosas en el mundo en esta materia” y estimó que, en su aplicación plena, podría ocuparse con plantas acuáticas del seis al 10 por ciento de la superficie del lago (de 100 a 300 hectáreas). “Se haría por zonas pequeñas, en diversos puntos, para permitir el uso recreativo del embalse y evitar el impacto visual en una sola área concentrada”, indicó. También aclaró que a esa escala demandará un plan de manejo y monitoreo.

Un complemento
El biólogo acotó que esta iniciativa sería “un complemento”, entre otras acciones necesarias para sanear el embalse. “El problema tiene varias aristas. Esta es una. Después están las cloacas que faltan y otras cuestiones”, aclaró Benavídez a La Voz.

Ahora lo ponemos en marcha, pero sólo serviría si se los sostiene en el tiempo. Carlos Paz no puede afrontarlo solo. En esta primera etapa experimental, lo hace el municipio, pero estamos gestionando apoyos de la Nación y de la Provincia. Hará falta producir plantas en gran volumen y hacer el monitoreo continuo”, apuntó a su vez Iosa. “Creemos que es un tema regional, que involucra a muchas poblaciones de Punilla y a la ciudad de Córdoba, que toma el agua de este embalse. Es un problema de salud ambiental serio para esta provincia”, planteó el médico.

Fuente:
Fernando Colautti, Habrá carteles para advertir de riesgos del uso del San Roque, 23/02/18, La Voz del Interior. Consultado 23/02/18.

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