jueves, 17 de agosto de 2017

Una muestra fotográfica de la Unidad Turística Embalse


En el Museo Caraffa, con entrada libre y gratuita, Agustina Triquell expone su muestra “Embalse”, un recorrido fotográfico por la Unidad Turística Embalse, un ícono del turismo social del primer peronismo. La muestra es el resultado de seis años de investigación histórica y fotográfica sobre el complejo hotelero enclavado en las Sierras de Córdoba.

Sus fotografías se exponen en las salas 6 y 7 del Museo Caraffa, que abre de martes a domingos y feriados de 10 a 20.

Además de la muestra, Agustina Triquell presenta el libro titulado “Embalse”, con fotos suyas y textos de Diego Tatián, el libro es editado por Asunción Casa.

Triquell reflexionó que con los derechos del trabajador y las vacaciones pagas, devino: “Una arquitectura particular, un modo de turismo que dista mucho del de la clase media que busca el exotismo. La construcción de estos espacios tuvo una concepción particular del tiempo del veraneo, de la experiencia de las vacaciones”.

Tanto la muestra como el libro son imprescindibles para quienes se interesan por la historia de nuestra localidad. Al lector le dejamos:
El contacto con el editor para quienes quieran adquirir el libro “Embalse”.
Una invitación para una visita guiada al museo este viernes 18 de agosto a las 19 hs.
Una nota a Agustina Triquell realizada por el portal Día a Día + Vía Córdoba.
Un vídeo presentación del libro.

¿Qué te atrae de Embalse?

Embalse es muchos lugares a la vez. Si bien el proyecto lleva el nombre de esa localidad, el retrato es el de un espacio imaginario, el Embalse como metáfora, como contención de energía. Embalse es el retrato de un tiempo suspendido, a través de imágenes de diferentes hoteles de las sierras de Córdoba construidos durante el primer peronismo. Muchas de las imágenes son de la Unidad Turística, que es como la estrella del proyecto, pero están también el hotel de Cerveceros y Malteros de La Falda, la Colonia Evita, el Sindicato del calzado, de la pintura, de la madera, de los textiles.

¿Cuántas veces visitaste el lugar, para hacer tu trabajo?

El trabajo no se gesta únicamente cuando visito los lugares, sino que combina diferentes tareas. Viviendo en Buenos Aires, durante el año hacía el trabajo de visitar archivos y ferias de pulgas para conseguir las postales y fotografías familiares que integran el proyecto. Las fotografías mías fueron hechas durante seis veranos, entre el 2011 y el 2016. El último verano, ya en la recta final y pensando en las imágenes que me faltaban, me alojé una semana completa en la Unidad Turística.


¿Qué nos podés contar de tu trabajo? ¿tenés un plan? ¿cómo empieza todo?

No hay planes, pero sí hay zonas de interés que se mantienen en el tiempo y van definiendo algo así como un método. Por lo general, los trabajos comienzan por un proceso de investigación. Esa investigación implica lecturas, pensar formatos, elegir lugares. A veces se piensa que estar sacando fotos todo el tiempo es lo que te define como fotógrafa. Pero en realidad, al menos en mi caso, eso es lo que menos tiempo me lleva. Es apenas una parte de un proceso que incluye tareas muy diferentes. Para mí, la docencia y la coordinación de la residencia NidoErrante -que llevamos adelante con Estrella Herrera- son insumos fundamentales no solo para pensar mi trabajo sino también los problemas propios del campo fotográfico. También está la tarea editorial. Por ejemplo, esta muestra que vemos hoy, fue primero un fotolibro, y las decisiones curatoriales tuvieron que ver con cómo llevar la experiencia del libro a la pared.

Como pregunta Palahniuk ¿de dónde sacás tu inspiración?

Creo que suena un poco vago, pero la inspiración viene de la anécdota. Llego a las historias que me interesan, casi siempre, porque alguien dice algo al pasar que queda resonando. Por ejemplo, llegué a Embalse porque, ya viviendo en Buenos Aires y organizando mi estadía veraniega en Córdoba, una amiga me dijo, moviendo el dedo como un contorno de sierras: “para mí las vacaciones empiezan cuando el horizonte hace así”. Ahí me di cuenta que, algo que yo tenía muy incorporado a mi paisaje era para ella una excepción. Tirando de ese hilo, fue que llegué a la historia de cómo las sierras cordobesas se convirtieron en un punto de veraneo: con los derechos del trabajador y las vacaciones pagas. Esto devino en una arquitectura particular, un modo de turismo que dista mucho del de la clase media que busca el exotismo. La construcción de estos espacios tuvo una concepción particular del tiempo del veraneo, de la experiencia de las vacaciones. Así comienza todo un proceso del que después solo vemos la punta del iceberg. Lo que está por debajo es tan importante como las fotografías, porque en definitiva es lo que las mantiene a flote.


Autor: Fotografías de Agustina Triquell - Edición y concepto Agustina Triquell y Fernando Gallegos

Ejemplares: 300 ejemplares numerados y firmados

ISBN: 978-987-42-2076-9

Materiales: 72 páginas, 14 inserts y un desplegable

Tamaño: 30 x 21cm

No hay comentarios:

Publicar un comentario