viernes, 4 de mayo de 2018

5 razones por las cuales una central nuclear flotante en el Ártico es una terrible idea

Foto: Baltisky Shipyard/ Reuters

por Jan Haverkamp

Esta enorme monstruosidad es la primera central nuclear flotante construida en el mundo. Está destinada al Ártico.

No, no estamos bromeando. No, esto no es ciencia ficción. Esto está sucediendo realmente.

Rosatom, el gigante nuclear ruso controlado por el estado, está botando el "Akademik Lomonosov", el primero de su tipo en el mundo. Actualmente está siendo remolcado a través del mar Báltico, donde recorrerá toda Escandinavia hasta Murmansk, para ser cargado con combustible nuclear y probado, antes de partir en un viaje de 5.000 kilómetros por el Ártico. Planean construir y vender más centrales como estas a otros países, como China, Indonesia y Sudán.

Ya conocemos los riesgos de la perforación de petróleo en una región tan frágil y salvaje, pero un reactor nuclear flotante podría ser aún peor. Estos son los por qué:

1. Es una catástrofe esperando a suceder
Las centrales nucleares flotando alrededor del océano Ártico representan una amenaza sorprendentemente obvia para este entorno frágil y salvaje.

Rosatom ha dicho que la planta "está diseñada con el [sic] gran margen de seguridad que excede todas las amenazas posibles y hace que los reactores nucleares sean invencibles para tsunamis y otros desastres naturales". ¿Recuerdas la última vez que un barco fue llamado "insumergible"?

Nada es invencible. El problema de este titanic nuclear es que fue construido sin expertos independientes que lo verifiquen. En Chernóbil, hubo una similar falta de supervisión.

El casco de fondo plano de esta central la hace particularmente vulnerable a tsunamis y ciclones. Una ola grande puede empujar la central nuclear hacia la costa. Tampoco puede moverse sola. Si se suelta de sus amarras, no puede alejarse de una amenaza (un iceberg o un buque extraño, por ejemplo) aumentando el riesgo de un incidente mortal. Una colisión podría dañar sus funciones vitales, y provocar una pérdida de potencia y dañar sus sistemas de enfriamiento, y esto podría provocar la liberación de sustancias radiactivas al medio ambiente.

2. Imagina lo difícil que será lidiar con las consecuencias
Hay tantas cosas que podrían salir mal aquí: podría inundarse, hundirse o encallar. Todos estos escenarios podrían llevar a la fuga de sustancias radiactivas al medio ambiente.

En el caso de un colapso, el núcleo será enfriado por el agua de mar circundante. Si bien parece una buena idea, al fundirse las barras de combustible con agua de mar, primero se producirá una explosión de agua de mar y posibles explosiones de hidrógeno que propagarán una gran cantidad de isótopos radiactivos a la atmósfera.

Un reactor dañado podría contaminar gran parte de la fauna marina en las cercanías. Eso significa que las poblaciones de peces podrían estar contaminadas en los próximos años. Un Ártico radiactivo no es un escenario bonito. Las áreas alrededor de Fukushima y Chernóbil ya son difíciles de limpiar; imagina la noche polar, las temperaturas bajo cero y las tormentas árticas.

3. El terrible historial de naves nucleares, rompehielos y submarinos
Hay una lista muy larga de incidentes y accidentes con los submarinos nucleares y rompehielos existentes.

El primer rompehielos nuclear, Lenin, sufrió un accidente de refrigeración en 1965, lo que provocó una fusión parcial del núcleo. El núcleo radiactivo dañado fue vertido en la bahía de Tsivolki cerca del archipiélago Novaya Zemlya en 1967. En 1970, el reactor de un submarino nuclear (K-320) se encendió por su cuenta en el muelle de Krasnoye Sormovo en Rusia, liberando grandes cantidades de radiación y causando la exposición de cientos de personas. Un accidente durante la carga de combustible del reactor de un submarino nuclear en Chazma en 1985 irradió 290 trabajadores, causando 10 bajas y 49 heridos. La lista continua…

Los planes de Rosatom de construir una flota de centrales nucleares flotantes significan un aumento sin precedentes del riesgo de incidentes y accidentes nucleares en el Ártico.

4. Un vertedero nuclear en el agua
Ya tenemos más desechos nucleares de los que podemos gestionar. No necesitamos más.

Los reactores en esta central son más pequeños que las centrales nucleares convencionales situadas en tierra y necesitarán repostar cada dos o tres años. El residuo nuclear se almacenará a bordo hasta que regrese después de los 12 años de operación designados. Eso significa que a su vez los desechos radiactivos se dejarán flotando en el Ártico durante años.

Esto no solo es increíblemente riesgoso, todavía no hay ningún lugar seguro para que el combustible gastado sea transportado una vez que esté en tierra. Ninguna fuente de energía debe generar residuos que serán peligrosos durante milenios.

5. Está usando energía nuclear para ayudar a extraer más combustibles fósiles
Como si esta pesadilla flotante no fuera lo suficientemente absurda, la razón por la que está siendo remolcada al Ártico es para ayudar a Rusia a cavar en busca de más combustibles fósiles. La razón principal por la que fue creada es proporcionar electricidad a las industrias de extracción de petróleo, gas, carbón y minerales del norte.

Y no necesitamos repetir las razones por las que más combustibles fósiles son malas noticias para el clima. Solo tenemos que proteger el Ártico de este potencial desastre.
Jan Haverkamp es consultor de energía nuclear y políticas energéticas para Greenpeace del centro y este de Europa.
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