martes, 17 de febrero de 2015

El desastre de las Sierras Chicas de Córdoba. Explicación geológica


Hoy debo interrumpir la secuencia de posts programados, porque otra vez irrumpe la naturaleza con toda su fuerza para cambiar nuestros planes.

por Graciela Argüello

Vemos con tristeza que muchos de nuestros hermanos cordobeses se han visto afectados por un fenómeno meteorológico de gran magnitud, que además se ha cobrado al menos 5 vidas humanas.

¿Qué es lo que ha sucedido, cuándo y dónde?
Ayer domingo, se registraron precipitaciones intensas desde las primeras horas de la madrugada en la provincia de Córdoba, que provocaron desbordes de ríos, inundaciones, y localmente alguna corriente de lodo, principalmente en la zona de Sierras Chicas y Punilla.

La capital  se vio también afectada, resultando de ello cortes de luz, cientos de vecinos evacuados y cierre al tránsito en las vías rápidas de la costanera.

La peor de las consecuencias fue la muerte de al menos 5 personas, la desaparición de otras tantas, y el desplazamiento de casi mil personas cuyas viviendas están en riesgo estructural o se encuentran bajo el agua.

Además de Punilla y Sierras Chicas, también se vio afectada la localidad de Jesús María, donde se encuentran cerrados los puentes de la zona urbana y la ruta provincial E-66, que la une con Ascochinga.

Villa Allende y Mendiolaza, que ya se consideran parte del Gran Córdoba, también resultaron inundadas, pero la peor parte, probablemente, le tocó a Río Ceballos.

El temporal se hizo sentir, en suma, a lo largo de unos 70 km en el sentido norte sur y aproximadamente 30 transversalmente, lo cual redondea unos 2.100 km2, o 210.000 ha.

¿Qué explicaciones caben?
En tan amplia variedad de situaciones particulares (área urbana, zona de piedemonte, valles y localidades serranas) no cabe una explicación única, salvo la mención del propio disparador que fue la precipitación misma.

Por ese motivo, y para que quepan en este post la mayor cantidad de variables posibles, me voy a limitar a mencionar los factores generales en juego. En cada situación específica, esos factores se habrán combinado de maneras diferentes, interviniendo a veces unos u otros, y con distinto grado de importancia en cada caso.

Por eso es importante que recuerden lo que ya les he explicado en otro post, relativo a la ley de la convergencia de causas.

Hecha esta salvedad, veamos las causas que confluyen, de diversas maneras en esta situación general:
La precipitación intensa, que alcanzó, en algunos puntos a sumar 300 mm en 15 horas. Esto es parte de un ciclo natural, que se relaciona con el fenómeno de “El Niño”, que ya les he explicado en otro momento. Les recomiendo seguir los links para entender todo mejor.
Las pendientes topográficas, que son elevadas en algunos de los lugares afectados, y que favorecieron el escurrimiento por sobre los otros destinos posibles (infiltración y evapotranspiración) para el agua precipitada. En algunos sitios, los volúmenes que se desplazaban ladera abajo, aumentaron el caudal de los ríos, ya fuera de cauce.
El emplazamiento de algunas construcciones en zonas de alto riesgo, y que deberían dejarse libradas a la dinámica natural de la cuenca. Ése fue el caso de la Plaza de Río Ceballos que ocupaba un paleocauce, y que fue arrasada.
Falta de alerta meteorológica. Si bien se pronosticaban lluvias, no hubo ningún indicio relativo a la intensidad que podían llegar a alcanzar. Sólo dentro de unos pocos días se inaugurará el radar meteorológico Doppler que puede ser de gran utilidad en situaciones como ésta. Lamentablemente, el fenómeno se produjo antes que la inauguración del sistema.
Momento en que ocurrió el fenómeno, en medio de un fin de semana largo, que encontró las zonas serranas llenas de turistas, lo que complicó la evacuación, y ahora complica su asistencia, y el retorno a sus hogares, por las rutas cortadas.
La notable insuficiencia de mantenimiento en los diques. Cualquiera debería saber que los diques, lagos y lagunas son formas geológicamente efímeras, porque, salvo que se reactiven tectónicamente, o se los someta a dragados periódicos, tienden a colmatarse por la sedimentación en el fondo. Esto significa que se requiere menores volúmenes de agua para desbordarse, o para requerir la apertura de válvulas que generan las crecientes en los ríos aguas abajo.

¿Qué puede esperarse ahora?
No quiero ser alarmista, pero pueden esperarse deslizamientos, derrumbes y desplomes en zonas de topografía abrupta, por la sobrecarga que en los materiales provoca la sobresaturación.

Por otra parte, es importante el control de los pilotes de los puentes que pueden ser socavados por el ímpetu de la correntada.

Desde aquí hago mi modesto llamado a los funcionarios responsables de la seguridad.

Una recomendación extra, sería evitar el tránsito en las zonas en que las rutas están o estuvieron inundadas, hasta tanto se constate cuál es el estado de las mismas, que pueden haber padecido sofusión, y podrían hundirse repentinamente.

Si este post les ha interesado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente, porque esta página está registrada con IBSN 04-10-1952-01.

Un abrazo y hasta el miércoles. Graciela.

P.S.: La imagen que ilustra el post la he tomado de Imágenes Google, que me direccionó a este sitio.



Graciela Argüello, El desastre de las Sierras Chicas de Córdoba. Explicación geológica, 16/02/15, Locos por la Geología. Consultado 17/02/15.

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