martes, 14 de junio de 2016

La audiencia ambiental que logró récord de concurrencia

El debate por el proyecto de minidiques en Ascochinga tuvo 300 oradores anotados. Duró siete horas y hubo posiciones antagónicas. Habrá una nueva reunión, sin fecha definida aún.

El proyecto de la Provincia para construir un sistema de minidiques que contengan las crecidas en la cuenca del río Jesús María motivó la audiencia pública ambiental más concurrida y debatida en Córdoba, desde que hace casi dos años rige la ley que exige ese paso y que se aplicó para 120 casos hasta ahora.

Ayer 300 personas se inscribieron como oradores. Tantos, que no entraban en el auditorio de la Sociedad Rural de Jesús María. La cantidad de vecinos, autoridades e instituciones que se anotaron para exponer hizo que, luego de siete horas de audiencia y 40 oradores, se pasara a un cuarto intermedio hasta una nueva fecha, a definir.


El proyecto puntual en discusión es la construcción de un miniembalse sobre el río Carapé, a 1,5 kilómetro de Ascochinga. El plan provincial prevé luego sumar otros tres en esa misma zona.

La audiencia no tiene para el Gobierno carácter vinculante. De hecho, la Provincia vienen avanzando en el proceso licitatorio.

La exposición fue antecedida por una fuerte intervención en la puerta de la sala por vecinos del corredor de Sierras Chicas con mensajes en contra de la construcción del minidique por estar ubicado dentro de la nueva Reserva Natural de la Defensa de Ascochinga. Esa acción anticipaba el clima que tendría después la reunión que tuvo momentos de cruces tensos entre quienes sostenían diferentes posturas.

Entre tantos, un resumen de la oposición a la obra pudo escucharse en boca del biólogo e investigador del Conicet Juan Manuel Rodríguez, quien cargó contra el estudio de impacto ambiental realizado por un equipo interdisciplinario de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Lo más llamativo y preocupante es la evidente manipulación de algunas variables ponderadas de manera positiva para que, en la evaluación global, resulte acon­sejable la construcción del dique”, dijo Rodríguez. Mencionó que no se midieron los impactos que generará, por ejemplo, la relocalización de un tramo de la ruta E66 y su reemplazo por un nuevo camino, o la eutrofización (podredumbre) del agua que quedará embalsada en ocho hectáreas y sus consecuencias en pérdida de valor paisajístico y de recursos.

Varios oradores hablaron de una obra “improvisada”.

A favor
Entre las posiciones a favor de la obra, el intendente de Jesús María, Gabriel Frizza, resumió la de quienes esperan en diversas localidades aguas abajo que no se corran nuevos riesgos de crecidas como las de 2015. “Necesitamos que hagan obras que lleven tranquilidad a nuestros vecinos, que ya sufrieron daños personales y materiales pero también ambientales, y de los que nadie se ha hecho eco”, señaló Frizza.

Rafael Di Marco, papá de Mariana, una de las víctimas fatales de la crecida del 15 de febrero de 2015, también apoyó el proyecto. “Se tienen que hacer contenciones para salvar vidas, para salvar ecosistemas, para salvar casas. No seamos egoístas”, reclamó.

Audiencia pública por el ex Batallón 141
Convocada por la Provincia, hoy será la audiencia complementaria por el estudio de impacto ambiental para el proyecto urbanístico en el ex Batallón 141 en la ciudad de Córdoba.

Documentos para descargar

Los de arriba y los de abajo

Mirado desde la cuenca media y baja, parece verse al proyecto como una salida, ante el temor de que alguna vez el agua vuelva a destrozar todo.

por Claudio Minoldo

La nutrida audiencia ambiental por la obra en el río Carapé desnudó dos formas de mirar un mismo problema. Quienes lo ven desde la cuenca alta, donde se haría el microembalse, parecen sostener una posición más crítica: cuestionan las obras de ingeniería para contener crecidas porque afectarían -argumentan- los ecosistemas regionales.

Mirado desde la cuenca media y baja, parece verse al proyecto como una salida, ante el temor de que alguna vez el agua vuelva a destrozar todo.

Para los primeros, abundan ejemplos en los que se pueden corregir desastres naturales con intervenciones menos drásticas, más ecosistémicas, recreando las condiciones preexistentes a esos desastres y usando la reforestación como arma principal. Para los de abajo, el paredón de cemento anunciado suena a sinónimo de tranquilidad y, a corto plazo, para imaginar que si hay una próxima crecida extrema se minimizarían sus consecuencias.

Ambas posturas, sin embargo, tienen un punto de coincidencia, fruto de lecciones que la Provincia debiera aprender: que los proyectos demuestren un respaldo técnico irrebatible, con estudios integrales y sólidos, para alejar todo riesgo de decisiones políticas “a las apuradas”.
Fuentes:
La audiencia ambiental que logró récord de concurrencia, 14/06/16, La Voz del Interior. Consultado 14/06/16.
Claudio Minoldo, Los de arriba y los de abajo, 14/06/16, La Voz del Interior. Consultado 14/06/16.

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