viernes, 7 de noviembre de 2014

Una lluvia de vidrios y angustia sobre Alta Córdoba


A las 20:40 se rompió la paz del barrio. La desesperación se apoderó de todos sus habitantes.

por Julio Perotti

Era el inicio perfecto de la noche. Quizá la temperatura todavía estaba cerca de los 30 grados. La gente caminaba por Alta Córdoba para bajar algunos kilos de más, para pasear el perro o porque sí.

La zona de la calle Fragueiro mostraba las luces de sus nuevas pequeñas tiendas, la plaza Rivadavia latía con niños que pugnaban por la heladería.

Hasta que el reloj marcó las 20:40.

Un trueno, una explosión, un ruido aterrador quebró esa calma de barrio tranquilo.

¿Alguien quiere romper el portón del garaje? ¿Estalló un equipo de gas? ¿Un rayo en medio de la nada? Horrible sensación de aturdimiento.

Hacia el noroeste, una columna de humo se elevaba por delante de nubes que parecían de tormenta, pero no lo eran. 

Cada uno trazaba una línea recta desde su posición para calcular de dónde venía. Sí, era cerca de Góngora, cerca de Avellaneda.

Llegar por la calle Bartolomé Argensola hasta Urquiza era ver el paisaje después de la batalla. 

La verdulería de la esquina tenía sus vidrios destruidos. Poco más allá, sobre la vereda sur, un hombre trataba de acomodar la puerta de chapa de su cochera, visiblemente doblada.

Más pasos, más desolación, más dolor, más angustia.

Esa chica que lloraba desesperaba frente a su hogar. Estaba adentro, no sé qué pasó, no sé -se lamentaba manos sobre la cabeza. 

La puerta principal de la casa, a metros de su lugar; la ventana destruida dejaba ver adentro el desorden que sólo una onda expansiva podía causar. 

Casi al frente, un pibe de unos 20 se sacudía la ropa. A su lado, una pequeña moto. 

Sí, sí, pasaba justo por la explosión, pero estoy bien -tranquilizaba por teléfono a su familia.

Apenas un par de minutos después, llegaba el padre. Otro rostro de la angustia y un respiro de alivio.

El resto era caos. Desesperación. 

La noche entraba entre sirenas de ambulancias, carros de bomberos y patrulleros. 

Las nubes que preanunciaban tormenta quizá hayan seguido ahí. Otra nube quedaba después de una lluvia de vidrio y angustia.

Fuerte explosión sacudió el norte de la ciudad de Córdoba
Fuentes:
Julio Perotti, Una lluvia de vidrios y angustia sobre Alta Córdoba, 07/11/14, La Voz del Interior. Consultado 07/11/14.
Impactantes imágenes aéreas del lugar de la explosión, 07/11/14, La Voz del Interior. Consultado 07/11/14.

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