martes, 22 de septiembre de 2015

El fantasma del cianuro: la incertidumbre de los pobladores de Jáchal ante el derrame de la Barrick

En el departamento de Jáchal, el gobierno repartió, por día, 2 litros de agua por persona. Foto: Santiago Filipuzzi/ La Nación

Aunque la minera comunicó que no hay presencia de solución cianurada en los ríos de San Juan, se repartió agua envasada en las localidades de la zona; los habitantes temen que una contaminación pueda afectarlos en el futuro.

por Rosario Marina

Jáchal. El derrame de cianuro es un espectro que sobrevuela a los pobladores de los departamentos de Iglesia y Jáchal en el norte de San Juan. La única forma que tienen los pobladores de enterarse de lo que pasa es la radio. Y por ese medio algunos dicen que el cianuro no está en el agua, que no existe, que ya se fue. Otros piden que tengan precaución, que se duchen con agua helada, que no tomen de la canilla de sus casas. En el medio, está la gente, que ya no confía en nadie.

El mensaje de WhatsApp que empezó el alerta llegó unas horas después del derrame reconocido por la Barrick Gold. Lo mandó uno de los obreros que trabaja en Veladero, en la mina de oro y plata a cielo abierto, a 4000 metros de altura, en la montaña sanjuanina. Le avisó a su familia: "No tomen agua, hubo un derrame de cianuro". Y pidió que alerten a los vecinos. Así, los mensajes fueron llegando el mismo domingo del incidente y el lunes a la madrugada. Los teléfonos de Jáchal e Iglesia sonaban: a las tres de la mañana, a las cinco, a las diez.

Tres días después, el Concejo Deliberante declaraba la emergencia ambiental, social, sanitaria, educativa y laboral. El mismo día, el Ministerio de Minería anunciaba que "los valores de cianuro obtenidos durante el monitoreo de las cuencas del área de influencia directa e indirecta del Proyecto Veladero tomados el día 16 de septiembre por el método colorímetro resultaron negativos".

Dos días después, el juez Pablo Oritja, junto con dos fiscales, allanaba la mina y secuestraba la válvula del conflicto para peritarla. En ese momento, los vecinos recibían camiones con agua embotellada en sus pueblos.

Miguel Giménez Zapiola habla por teléfono a 1400 km de distancia, desde su oficina de Buenos Aires, y dice: "El cianuro, claro, es una sustancia peligrosa, sólo el nombre despierta escozor". Él es el director de Asuntos Corporativos de Barrick Gold Argentina. Y sigue: "Pero es peligrosa dependiendo de cómo se utilice y de los concentrados. En la solución que usa Veladero la proporción de cianuro es del 0,05 %: es como disolver una pizca de sal en un litro de agua".

"[Antes del martes pasado, cuando ya todos los valores de presencia de cianuro en los ríos dieron cero], encontramos vestigios en el río Potrerillos, cerca de la mina, y tuvimos tenues lecturas en una traza cercana al río Blanco. Siempre en valores que no ponen en riesgo la vida de las personas", reconoce Giménez Zapiola.

En un comunicado, Barrick Gold dijo: "La compañía confirma que desde el martes 15 de septiembre del corriente todas las mediciones ratifican que no existe presencia de solución cianurada en ninguno de los cursos de agua de las cuencas hídricas desde la mina Veladero hasta la localidad de Jáchal. No hay motivo alguno que haga suponer que puedan registrarse variaciones de estos resultados, a pesar de lo cual se seguirá de manera preventiva monitoreando exhaustivamente toda el área de influencia".

El viernes, cuando el pueblo de Jáchal se preparaba para manifestarse otra vez, los voceros de Barrick Gold aún no podían confirmar cuántos litros de solución cianurada se habían derramado desde la válvula que falló en Veladero. Primero se había hablado de 15.000 litros. El jueves, la minera dijo que fueron 224.000 litros. "Confirmo que hubo un accidente, el cual por supuesto lamentamos muchísimo", dice Giménez Zapiola. Y explica que fue una falla en una válvula de la cañería que transporta solución cianurada en el valle de lixiviación. Las razones todavía no las puede saber.

El mismo día que lo dice, María Inés y Estela van a buscar agua a la Unión Vecinal de Villa Mercedes, pueblo de 800 habitantes en el departamento de Jáchal. Esperan en la fila que, a cada minuto, se hace más larga. Una fila donde todo es incertidumbre. "Si el agua está bien y se puede tomar, ¿entonces por qué nos traen estas botellas?", dice María Inés Pérez. Tiene 52 años, vive con tres de sus hijos y sufre de hipertensión. Su nuera, Estela Páez, tiene 28 años, dos hijos chicos y trabaja limpiando casas.

A ellas, como a la mayoría de los habitantes de su pueblo, les llegó el mensaje. Ese que decía que el agua podía tener cianuro. Ese que se hizo viral en todos los teléfonos con Internet de los departamentos de Jáchal e Iglesia. Y esta fila que espera el agua, y muchas filas más en los pueblos cercanos, se preguntan lo mismo: ¿Qué habría pasado si nadie mandaba ese mensaje? ¿Nunca se iban a enterar de que tienen cianuro en el agua?

Cuando se instaló la mina, en 2005, hubo un grupo que se opuso, que creyó que no era una buena idea que una empresa extranjera explotara su tierra, que podía traer consecuencias. Pero no tuvieron la fuerza suficiente. Además, Barrick les daba seguridades laborales que hasta ese momento no tenía la gente de un pueblo que vivía del cultivo de la cebolla.

El primer día de la repartición de agua también hubo una marcha. El objetivo: pedir que se deje de explotar en Veladero, pero que la empresa no se vaya, que se quede a remediar lo que hizo. "La sed de oro nos dejó sin agua", dice el cartel que sostiene una mujer. Suena el himno nacional y la gente lo canta con entusiasmo. Se saben solos en una lucha contra un gigante, pero se tienen fe.

Entre la multitud está Enrique Marín. Su nombre apareció el lunes pasado en el despacho del juez Pablo Oritja. Después de enterarse del derrame por WhatsApp, Marín decidió presentar una acción de amparo individual para que el magistrado actuara rápido. A las tres horas, Oritja ya le había respondido: iba a hacer lugar a su reclamo por considerar que podía llegar a estar en riesgo la salud humana.

El viernes, el juez Pablo Oritja, dos fiscales, un veterinario y un ingeniero en Minas de la Universidad Nacional de Cuyo recorrieron la mina. A cada paso que daban, a su lado estaban los directivos y abogados de la mina.

"Se ha citado a 15 personas a declarar a partir del martes para determinar la responsabilidad en el accidente, que al principio parecería que sí la hubo; habría una negligencia en el manejo de la seguridad en el valle de lixiviación", explicó el juez a La Nación, ya debajo de la montaña. Según el Diario de Cuyo, el ambiente estaba tranquilo. El juez no sintió lo mismo: "Había mucha tensión, de los directivos y de los empleados", dijo.

En el camino, el jefe de la policía minera tomó agua de un río frente al juez para demostrarle que no hay contaminación. Con los análisis que le proveyeron, Oritja ya considera que el agua es potable, pero piensa seguir con un monitoreo de toda la cuenca al menos por 30 días más "para agotar todos los medios de seguridad y dar tranquilidad a la gente".

Jorge Millón, subsecretario de Recursos Hídricos y Energéticos de San Juan, dice que ya comunicó a las juntas de riego de Jáchal e Iglesia que las muestras que tomaron no marcan presencia de cianuro en el agua que se utiliza para regar los cultivos. Aclara que él habla sólo por el agua para el sistema de riego, no de la que la gente puede llegar a tomar.

De esa agua se encarga Cristian Andino, presidente de OSSE (Obras Sanitarias Sociedad del Estado). A él, el jueves, la asamblea de Jáchal le hizo firmar un acta en la que constaba que se comprometía a llevar adelante un plan de monitoreo permanente que incluyera, además de cianuro, mercurio, manganeso y plomo. El gobierno provincial le pidió a la ONU que también hiciera análisis en Veladero. El organismo, que ya monitorea tres minas sanjuaninas, sumará sus estudios a la investigación judicial.

Ahora se terminan los cinco días en los que el juez ordenó que se suspendiera la actividad en el valle de lixiviación, se termina la orden de mandar agua embotellada a los pueblos de Iglesia y Jáchal, pero lo que no se termina es la incertidumbre tras tantas idas y vueltas en los comunicados del gobierno y de la empresa: que no tomen agua por precaución, aunque igual no hay cianuro, que en realidad hay muy poco pero no es perjudicial para la salud. Las autoridades provinciales y Barrick Gold no dudan de que el agua ya es apta para el consumo, pero los pobladores están más encendidos que nunca. Muchos temen que la mina contamine a largo plazo, que lo esté haciendo ahora y ellos no se puedan dar cuenta, y que sólo lo lleguen a saber sus hijos o nietos, que se empiecen a enfermar y tengan que escaparse de un pueblo fantasma.

Cronología de un incidente ambiental
Ya pasó una semana desde que se conoció la noticia a través de un mensaje de WhatsApp de un obrero de la mina sanjuanina

Domingo

El derrame

A las 10 de la mañana, en la mina de Veladero descubrieron que había una fuga de solución cianurada. El mensaje de un obrero habló de 15.000 litros.

Martes

No tomar agua

El gobierno de San Juan impulsó una denuncia penal para investigar el incidente. Solicitó, además, limitar el consumo de agua en la zona.

Miércoles

Suspensión

El juez provincial Pablo Oritja ordenó suspender la actividad en la mina por cinco días, y ordenó la entrega de agua envasada a los pobladores.

Jueves

Muchos más litros

Barrick Gold informó que, en el derrame ocurrido el domingo, se vertieron 224.000 litros de solución cianurada durante 1 hora, 45 minutos.

Desplazan a la cúpula de Barrick por la filtración de cianuro en San Juan

Ejecutivos canadienses tomaron el control de la minera y de las operaciones en la Argentina; la ONU efectúa estudios de los ríos de la zona.


por Laura Rocha


El derrame de agua con solución cianurada en la cuenca del río Jáchal, en San Juan, empieza a transformarse en una bisagra en materia de contaminación ambiental: la empresa canadiense Barrick Gold, a cargo de la operación de Veladero, relevó a su cúpula; la ONU realizará el monitoreo de las aguas de los ríos tras el vuelco; el Senado sesionará en el pueblo de 30.000 habitantes y toda la actividad teme por su futuro.

Ayer, en un comunicado, Barrick informó que "un equipo de expertos profesionales y técnicos de Canadá y de distintas operaciones de la compañía en el mundo, arribó a San Juan el pasado miércoles y ya se encuentra en Veladero a cargo de la Gerencia General Operativa, las funciones operativas específicas y las de control medioambiental".

La empresa detalló que 15 personas fueron desplazadas hasta que concluya la auditoría externa para deslindar responsabilidades al tiempo que la Justicia pueda investigar los hechos. Entre los separados se encuentra el gerente general de Operaciones, Antonio Adames, máximo responsable de la actividad de la mina sanjuanina.

Estas personas comenzarán a declarar mañana en la causa penal que investiga el juez Pablo Oritja. En ese parte de prensa, Barrick reiteró que, según sus mediciones, "no existe presencia de solución cianurada en ninguno de los cursos de agua de las cuencas hídricas desde la mina Veladero hasta la localidad de Jáchal".

"No hay motivo alguno que haga suponer que puedan registrarse variaciones de estos resultados, a pesar de lo cual se seguirá de manera preventiva monitoreando exhaustivamente toda el área de influencia", agregó la empresa.

En Jáchal la población está en estado de movilización permanente. El accidente minero ha tomado dimensiones nacionales. La Comisión de Recursos Naturales del Senado se reunirá mañana en la capital provincial.

"El miércoles [por mañana] empiezan las declaraciones ante la Justicia. La gente más afectada es la que vive en Chinguillo, Maliman y Angualasto. A ellos hay que atender", explicó a La Nación Diego Seguí, representante legal de Saúl Ceballos, el ciudadano de Jáchal que presentó la denuncia penal. El abogado precisó, además, que requirió los primeros monitoreos realizados por Barrick, que, según la empresa, fueron realizados por un laboratorio externo. "Ese detalle nos dará la pauta de qué cantidad de cianuro se derramó", agregó.

El juez investiga si hubo "negligencia humana" y busca determinar por qué falló el plan de emergencia. Apunta a una compuerta que quedó abierta cuando debió estar cerrada para evitar el paso de la solución cianurada hacia el río.

Mientras tanto, avanza la propuesta de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) para realizar, a pedido del gobierno de San Juan, un monitoreo del agua superficial y subterránea de los cursos afectados por el derrame de los 224.000 litros de agua cianurada que habría contaminado los ríos Las Taguas, Potrerillos y Blanco, de la cuenca del Jáchal.

"Una misión de expertos se desplazó a Malimán y Angualasto para tomar contacto con la población y los cuerpos de agua de la zona. Se procedió al reconocimiento de las tomas de agua y se recogieron muestras preliminares", indicaron en la Unops a La Nación. Estas dos poblaciones son las más cercanas a Veladero, que está a unos 350 kilómetros de la capital sanjuanina.

El monitoreo incluye aguas superficiales y subterráneas porque, según los expertos, la velocidad de las correntías es diferente. Es por eso que los potenciales contaminantes también se trasladan diferencialmente. "No se puede sacar sólo una foto del estado del agua en la cuenca. Es necesario un monitoreo continuo porque hoy puede ser que no se detecte cianuro y sí en 60 días", agregaron en la Unops.

La Unops estaba trabajando en un proyecto con el Ministerio de Minería de San Juan para auditar los procesos de capacidad de gestión y de control ambiental de cuatro proyectos mineros, incluido Veladero. Ese estudio, aún en proceso, comenzó en octubre pasado y tiene una duración de 18 meses.

Tras el accidente, el 13 del actual, el gobierno provincial pidió la intervención del organismo para realizar este monitoreo. La única condición del ente internacional es que los estudios sean dados a conocer públicamente a la población afectada.

La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (Caem) envió un comunicado para solidarizarse con los afectados: "(Caem) Se pone a disposición de las autoridades departamentales, provinciales y nacionales para colaborar con sus especialistas técnicos en el esclarecimiento de los hechos y en el monitoreo de sus eventuales consecuencias, de modo de restaurar, tan pronto sea posible, la tranquilidad respecto del consumo seguro de agua en la zona".

No se volvieron a escuchar declaraciones temerarias sobre tomar medio vaso de agua con cianuro, pero el comunicado manifiesta la preocupación por el futuro de la actividad en el país: "Nos permitimos hacer un llamado a la reflexión y el diálogo a los involucrados para evitar que se utilice este incidente como elemento para cuestionar la legitimidad de una industria lícita y necesaria, de la que se benefician decenas de miles de trabajadores en forma directa y la ciudadanía en general, a partir del desarrollo económico y social que genera".

En Jáchal y los otros pueblos esperan volver a su vida cotidiana. "Sólo se habla de Veladero", dicen cuando se consulta a los pobladores, que lo único que piden es que se los informe primero.

El juez que investiga el derrame de cianuro en San Juan asegura que las mediciones "dieron negativo"

"Falló una compuerta que debía estar cerrada", aseguró el magistrado, que citó a declarar a dos de los empleados que Barrick Gold relevó; cruces entre oficialismo y oposición.

El juez civil y penal de la localidad sanjuanina de Jachal, Pablo Oritja, aseguró hoy que "los muestreos de agua de la comunidades que pudieron verse afectadas" por el derrame de cianuro Veladero, dieron negativos.

El magistrado, que mañana tomará declaración a dos de los 15 empleados relevados por la minera canadiense Barrick Gold a raíz del hecho, dijo que "lo que falló" es una compuerta para que la sustancia no fluya al exterior "que debía estar cerrada y estaba abierta".

Desde la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops), que realiza mediciones en la zona, dijeron a La Nación que "es necesario un monitoreo continuo porque hoy puede ser que no se detecte cianuro y sí en 60 días".

Además, explicó que la fuga no fue de cianuro sino de una sustancia cianurada, que contiene 130 partes por millón de cianuro. "No es menor, es nocivo para la salud, pero no es todo cianuro. En cada metro cúbico de agua hay 13 gramos de cianuro", aseguró el juez, en diálogo con radio Vorterix.

Ayer se había disparado un conflicto entre el kirchnerismo y la oposición por el derrame. La Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado, que preside Pino Solanas, convocó a una sesión extraordinaria, "abierta y pública", para recibir denuncias, lo que provocó cuestionamientos en el kirchnerismo. Desde la oposición señalaron que solicitaron hacerlo en la Universidad Nacional de San Juan, pero "el pedido fue rechazado por las autoridades".

El primero en hacerlo fue el vice de esa misma Comisión, Juan Manuel Abal Medina. "Tenemos plena confianza en la investigación del gobierno de San Juan, además de las medidas de protección que desde hace doce años lleva adelante en materia de salvaguarda ambiental", dijo el ex jefe de Gabinete. La provincia es gobernada por el kirchnerista José Luis Gioja desde el 10 de diciembre de 2003.

"El Frente para la Victoria no asistirá a la reunión de la Comisión de Medio Ambiente que convocó Solanas en San Juan", anunció luego el jefe del bloque kirchnerista, Miguel Angel Pichetto, a través de su cuenta de twitter.

Por su parte, el senador radical por Chubut, Mario Cimadevilla, consideró que "el Congreso debería intervenir frente a esta grave situación, ya que es una zona alcanzada por la Ley de Glaciares".

"Este es un serio y preocupante episodio que incluso nos podría traer algún tipo de conflicto binacional con nuestra hermana República de Chile, teniendo en cuenta que el derrame se produjo en la zona cordillerana, límite natural con esa nación", añadió.

Desde el gobierno nacional, en tanto, coincidieron con lo dicho por la empresa canadiense. El secretario de Minería del ministerio de Planificación Federal, Jorge Mayoral, aseguró hoy que "no hay ningún tipo de vestigio de contaminación en los recursos hídricos circundantes al yacimiento".

En enero de 2013, antes de los problemas que la minera canadiense enfrentó en Chile por el proyecto binacional Pascua Lama, la empresa informó que había invertido en la Argentina 1.200 millones de dólares y que preveía invertir 1.900 millones de dólares en 2013.

El derrame
El 13 de septiembre se produjo un incidente en una válvula de la cañería del proceso de lixiviación (extracción de materia soluble mediante un disolvente), y se derramó cianuro en uno de los recursos de agua adyacentes a la mina, que explota la multinacional canadiense Barrick Gold.

Desde entonces, en Jáchal no se habla de otra cosa. Saúl Ceballos, vecino de la cercana localidad de Jáchal pidió una medida cautelar para que la mina suspenda sus operaciones. El juez sanjuanino Pablo Oritja dictó la cautelar, que vence hoy.

Oritja además citó a declarar a dos de los 15 empleados relevados por la minera canadiense, que ordenó una auditoría externa y, a través de un comunicado, aseguró que según sus mediciones, "no existe presencia de solución cianurada en ninguno de los cursos de agua de las cuencas hídricas desde la mina Veladero hasta la localidad de Jáchal".

Con las citaciones a declarar, el juez Oritja aseguró que busca pretende "llevar tranquilidad a la población a través de un dictamen técnico, de que no hay riesgo de una nueva fuga", y destacó que "fueron los mismos trabajadores los que dieron aviso del derrame".

A raíz del hecho, avanza la propuesta de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) para realizar, a pedido del gobierno de San Juan, un monitoreo del agua superficial y subterránea de los cursos afectados por el derrame de los 224.000 litros de agua cianurada que habría contaminado los ríos Las Taguas, Potrerillos y Blanco, de la cuenca del Jáchal.

El monitoreo incluye aguas superficiales y subterráneas porque, según los expertos, la velocidad de las correntías es diferente. Es por eso que los potenciales contaminantes también se trasladan diferencialmente. "No se puede sacar sólo una foto del estado del agua en la cuenca. Es necesario un monitoreo continuo porque hoy puede ser que no se detecte cianuro y sí en 60 días", dijeron desde la Unops a La Nación.

Tras la polémica por el "medio vaso", las mineras expresaron su preocupación
"El cianuro en el manejo de las minas está en proporciones tan bajas que está alrededor del 7 % al 8 % en el agua. Hasta podés tomar medio vaso que no va a hacer nada. Está sumamente diluido", sostuvo hace una semana Jaime Bergé, titular de la Cámara Minera de San Juan.

Tras la polémica desatada, la declaración de la Cámara Argentina de Empresas Mineras, tuvo un tono mucho más conciliador. A través de un comunicado, la CAEM dijo que "se pone a disposición de las autoridades departamentales, provinciales y nacionales para colaborar con sus especialistas técnicos en el esclarecimiento de los hechos y en el monitoreo de sus eventuales consecuencias, de modo de restaurar, tan pronto sea posible, la tranquilidad respecto del consumo seguro del agua en la zona".

La Cámara destacó que "según los datos aportados por la empresa operadora, no se han conocido daños ni existe riesgo alguno para la salud pública de la población ni de los recursos naturales".

Sin embargo, consideró "indispensable la intervención de las autoridades competentes para realizar las pericias necesarias que ratifiquen lo expuesto y se extremen así las garantías a la población".

Si bien indicó que Barrick, asociada a Caem, "ha informado que se encuentra facilitando toda la información disponible y colabora con el relevamiento y la auditoría", la Cámara afirmó haberle pedido a la empresa "un reporte minucioso sobre las causas del incidente y los motivos de los supuestos errores humanos y las fallas técnicas y operativas, conscientes de que ello contribuirá a extremar los protocolos de seguridad y, compartido con la opinión pública, a dar tranquilidad futura".

Fuentes:
Laura Rocha, Desplazan a la cúpula de Barrick por la filtración de cianuro en San Juan, 22/09/15, La Nación. Consultado 22/09/15.

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