miércoles, 21 de octubre de 2015

El clientelismo del agua

Sentados de izquierda a derecha: Carlos y Federico Alesandri, Daniel Scioli y Eduardo Accastello. En el Complejo Polideportivo Embalse, el jueves 15 de octubre de 2015. Foto: Justicialismo Calamuchita

El agua sale de las canillas con un color obscuro, además de repulsiva al gusto y al olfato. La problemática está vinculada al conflicto histórico entre dos fuerzas políticas que se unieron para la inminente elección presidencial. Sucede en la localidad de Embalse, donde las promesas sobran y las soluciones escasean.

por Cristian Basualdo

Embalse, 15 de octubre de 2015. El candidato a presidente Daniel Scioli encabezó un acto junto a los referentes departamentales del Frente para la Victoria (FpV) y Unión por Córdoba (UpC). En ese marco firmó un Compromiso por el Valle de Calamuchita con medidas para el desarrollo social, tales como agua potable y saneamiento, prometiendo "llevar adelante un plan integral de obras, en coordinación con los municipios de la región, destinado a brindar agua potable en óptimas condiciones para el consumo por parte de todas las familias del Valle".

El Mirador guacho
Es inevitable tener en cuenta que el acto tuvo lugar en una localidad que padece la falta de agua potable desde hace largo tiempo. Irónicamente, una de las causas de la problemática es el complejo marco jurisdiccional, donde las responsabilidades se diluyen, donde los gobiernos nacional (FpV), provincial (UpC) y municipal, protagonizan una pelea de perros y gatos, para dirimir quién debe hacerse cargo del servicio.

Publicidad electoral de Federico Alesandri, para las elecciones del 5 de julio de 2015, en la época que militaba en UpC. Hasta ahora las promesas no se cumplieron.

El agua no es negocio y nadie quiere invertir en la planta del Mirador, perteneciente a la Unidad Turística Embalse (UTE), y operada por la Secretaría de Recursos Hídricos y Coordinación de la Provincia de Córdoba (ex DiPAS). Desde el 2012 el Ministerio de Turismo de la Nación reclama por las deficiencias en la prestación, que ponen en serio riesgo la salud de los numerosos contingentes alojados en el complejo hotelero destinado al turismo social.

Como toda respuesta, en 2014 la ex DipAS notificó que dejaba de prestar el servicio. Así fue como, para ahorrarse un mango, los gobiernos cordobesista y para todos y todas, terminaron en la Justicia Federal, causa caratulada "Ministerio de Turismo de la Nación c/ Municipalidad de Embalse y otro s/ medida cautelar, Expte. FCB 41514/2014".

Si contamos la cantidad de promesas de agua potable UpC se lleva el podio. Por su parte, la nueva estrella del FpV e intendente electo de Villa María, Martin Rodrigo Gill, pronosticó un tiempo de unidad en el peronismo de Córdoba, además de compartir en las redes sociales el compromiso de más infraestructura para Calamuchita. Pero Martín está más preocupado en el descargador de fondo del dique, necesita que el lago de Embalse esté lo más bajo posible para domar al viejo y poderoso Ctalamochita. Sucede que Villa María y Villa Nueva avanzaron sobre su lecho de inundación y el río cada verano les muestra sus escrituras.

Si Perón se levanta
La UTE fue declarada patrimonio histórico y cultural en 2013, en medio de una diputa por el cobro de impuestos. No le faltaron condimentos a las declaraciones del intendente de Embalse, Federico Alesandri, cuando formaba filas en UpC remarcó la "desidia que presentan algunas autoridades del gobierno nacional, han declarado a la UTE patrimonio histórico- cultural. Yo creo que si hoy Perón se levanta, los mata a todos los que han hecho ese mamarracho". Sin embargo, actualmente milita en el FpV, llama al diálogo y no puso ninguna objeción al compromiso de Scioli de respetar el marco legal que la instituyó como monumento histórico.

Obsoleta y sin mantenimiento. La planta cloacal de la Unidad Turística Embalse dispersa los efluentes en el lago

Una nota en La Voz del Interior en abril de 2015, encendió la alarma: la vieja planta cloacal de la UTE está desbordada y arroja desechos al lago. Para hacerse una idea del estado de la planta, basta señalar que fue construida a mediados del siglo pasado para los turistas que se alojaban en época estival. Con el paso de los años se conectaron las cloacas del resto de la localidad y comenzaron a desagotar camiones atmosféricos de localidades vecinas. Actualmente la planta, operada por la ex DiPAS, se ha convertido en el sumidero de una amplia región, y el único tratamiento que le da a los efluentes es la dispersión en el lago de Embalse; la reserva de agua dulce más importante de Córdoba, confiada a manos irresponsables, las de UpC, las del FpV.

En cuanto a los efluentes cloacales, Scioli se comprometió a "la construcción de una nueva planta de tratamiento para liberar la carga actual de los antiguos sistemas de la zona". En febrero de 2015, Federico Alesandri había anunciado que "en pocos días" comenzarían las obras de una nueva planta depuradora de efluentes cloacales; pero tal vez al intendente le guste el tango, si veinte años no es nada, pocos días puede ser mucho tiempo. Entre tantas promesas una cosa es segura: las obras brillan por su ausencia, a pesar que su costo es insignificante comparado con los gastos de campaña de Scioli o De la Sota.

Cuidad de los árboles. No solo las nubes pueden servirte de sombra
La frase pertenece al general Pistarini, el mítico ministro de obras públicas de Perón que pensó y dio forma a la localidad de Embalse. Donde la avenida y el cerro con su nombre, no alcanzaron para llevar a la práctica sus ideas sobre política ambiental. Muy por el contrario, productores oportunistas desmontan para sembrar soja, amparados en sus influencias políticas y la falta de control. Cuando se contempla algún tipo de racionalidad económica no se le asigna ningún valor a los servicios ambientales que prestan los árboles.

El extractivismo sojero en Embalse, el loteo de La Aguada, el 14 de mayo de 2015. A la izquierda se observa un silo bolsa, y al fondo de la imagen el cerro Pistarini, un tradicional destino turístico de la localidad.

Si bien está estudiado que la actividad agropecuaria afecta al lago de Embalse, la política local no se apoya en el conocimiento. En el concejo deliberante el bloque de UpC tiene cajoneado un proyecto de ordenanza para regular el uso de agroquímicos en el ejido municipal. La verdad es que ni siquiera su presidenta, Mariana Chanquia, una joven brillante que ahora milita en el kirchnerismo, ignora la relación entre las fumigaciones en Embalse y la contaminación del agua.

El hombre comienza a valer cuando aprende a entender y respetar la tierra que pisa, dijo Atahualpa Yupanqui. La respetaban los Comechingones, antiguos habitantes de las sierras chicas, que convivieron con arroyos y ríos de aguas transparentes, con bosques de algarrobos y molles; que nosotros heredamos y depredamos, y no dejaremos a nuestros hijos.

En Calamuchita soja y política van de la mano. En octubre de 2014, Carlos Alesandri fue terminante al decir que Calamuchita no tiene que tener una sola hectárea sembrada de soja. Al hablar de la soja en el casco urbano de Villa Quillinzo, pequeña comuna gobernada por entonces por UpC, Alesandri se defendió señalando una superficie mucho mayor en la Base Aérea de La Cruz. "¿Quién está explotando esa tierra? ¿Que tipo de productos usan para la fertilización, para combatir los yuyos, el glifosato? ¿A quien le piden autorización?", se preguntó Alesandri. Y nunca buscó las respuestas, quizás porque ya ganó las elecciones, quizás porque se pasó al FpV y los delasotistas ya no lo quieren, quizás porque a nadie le importa.

El paradigma de la complejidad
En su Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo, el general Perón dijo: "Existe un cruce de razones económicas, culturales, sociales, políticas y tecnológicas que lleva a la degradación ambiental y que requiere un abordaje integrado para su superación". En Calamuchita los muchachos no entendieron este paradigma de la complejidad. En los conflictos ambientales de los últimos años, el FpV y UpC se mostraron como polos antagónicos, reduciendo el debate a un contrapunto vacío para distraer al electorado de manera impactante.

Barrio EPEC, el 26 de enero de 2015. Hacé clic aquí y pedile al intendente de Embalse, Federico Alesandri, que cumpla con sus promesas electorales. Pedile agua apta para el consumo humano. Foto: Adriana González

Las obras de infraestructura de agua y desagües, así como los planes de ordenamiento de cuencas, requieren de la más alta calidad del proceso político; porque los funcionarios deben disponer fondos en obras que otros van a inaugurar. Pero ganar una elección en esta parte del mundo se reduce a dar un terreno sin escritura, un trabajo en negro u otra cosa menor, a unas pocas personas, prometérselo a otras muchas, y amenazar a todos con quitarles lo dado. "Yo les voté porque me pagaron los dientes y me dieron unas chapas" comentó una muchacha analizando las elecciones pasadas.

Así la dirigencia política nos acostumbró a la mendicidad, a la resignación, a consentir el deterioro del entorno natural que nos sustenta. Así perdimos los algarrobos y molles que heredamos de los Comechingones, para que unos pocos siembren soja. Así descuidamos la obra del general Pistarini. Así el agua de Embalse, que debería ser una bendición, cada verano se está convirtiendo en nuestro juicio final.

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